Que Descarado

domingo, 5 de octubre de 2014

Un Alivio Placentero

Llegué a la estación de transmilenio de la calle 57, ya habían pasado 15 minutos de la hora acordada para la cita, afortunadamente Oscar tan solo llevaba 5 minutos esperándome, salí de la estación para encontrarnos  saludándolo con un apretón de manos y mi típica sonrisa al llegar tarde; él se veía tan lindo como en las fotos, un pollito de 23 años, bajito creo que de 1,68 mts, espalda ancha, porte varonil y tierno; los bajitos siempre me han parecido tiernos, es chistoso como alguien bajito anda de pelea con el mundo, seguramente porque todo les parezca muy alto para ellos o qué sé yo, pero hasta ahora cada gay que he conocido de menos de 1,70mts tiene un problema serio con el mundo y andan peleando incluso solos,  a todos les escucho las mismas frases "los perfumes más finos vienen en frascos pequeños" y si uno lo quiere bajar de esa nube pues le responde " y las muestras gratis también" aunque como ya se saben esa respuesta lo que ahora dicen  es que los venenos más poderosas vienen en dosis pequeñas; en fin Oscar me encantaba por esa cara de tierno y malvado morboso que tenía,  me encantaba y yo quería probar que tan bueno era en la cama. Caminamos hasta la residencia,  hablando un poco,  una conversación fluida, nada morbosa pero sin una sonrisa de parte de él,  ya me estaba chocando eso, pero bueno no suelo cambiar los planes por algo así, pues a lo que venimos vamos y nos venimos; entramos al lugar, él pagó el rato mientras yo pedía un par de cervezas en lata y unos condones, nos sentamos en la cama mientras nos quitábamos los zapatos y esperábamos que nos trajeran las cervezas,  los condones,  toallas y el típico jabón chiquito; el chico no  se demoró mucho con las cosas y fue bueno pues yo ya me estaba estresando por esos segundos de silencio entre cada pregunta de cajón que obviamente ya nos habíamos hecho cuando chateábamos.Listo, sin interrupciones en el camino, él se me lanzó a besarme, me tumbó sobre la cama, wow que forma de romper tensión,  destapó las cervezas y tomamos un trago, luego otro y el tercero lo recibí de su boca, el amargo de la cerveza empezaba a saber a sexo, le quité su camisa tipo polo, él lampiño más blanco que yo y de pectorales grandes, como me encanta un pecho ancho que se note la forma, que provoque pegarse a esas tetillas a mamar en busca de leche; lo tiré contra la cama a besarlo mientras que mis manos recorrían su torso buscando los botones de su pantalón,  encontrándome con la sorpresa de la ausencia de ropa interior, este pelao me ponía a mil con cada prenda que la quitaba, una verga de un tamaño normal ósea entre 17-18 cms, algunos vellos muy cortos alrededor, piernas también con pocos vellos y gruesas,  se le notaba que se ejercitaba sin ser marcado. Él quería que yo lo contemplara, sabía que a pesar de ser bajito tenía un cuerpo masculino que arrechaba mucho, por eso me dejó tomar el control por ese instante, en el que pude besarlo,  chuparlo, lamerlo, morderlo, degustarlo, desde sus orejas, pasando al cuello, el cual siempre despierta mi instinto de vampiro, queriéndolo morder con fuerza, pero bueno eso es algo que sigo sin poder hacer; luego seguí a su pecho donde sus tetillas totalmente duras me dejaban jugar con mi lengua, su mano en mi cabeza me indicaba que podía morder, este pelado me dejaba hacer lo que yo quisiera, así que después de divertirme en su torso bajé buscando otro de los puntos que me producen mayor excitación,  lamia sus piernas mientras que mis manos soltaban sus tetillas y se deslizaban a medida que yo bajaba de las rodillas, yo me puse en cuclillas besando y chupando sus pantorrillas mientras olía el aroma de piel. Llegué por fin a sus pies, se sentía algo de sudor entre sus dedos, pasé mi nariz desde el tobillo hasta sus dedos, no tenía un olor fuerte pero si se sentía un pie calzado con zapatillas y que había sudado un poco, después de olerlos, mi lengua recorrió el mismo camino y al alzar la mirada lo vi con esa cara placentera,  le gustaba tenerme a sus pies y yo feliz que me dejaran hacer con su piel lo que yo quisiera; sin dejar de mirarlo metí en mi boca uno a uno cada dedo de sus pies,  pasando mi lengua en medio de ellos, haciéndole ver que sus pies me excitaban muchísimo.Me acabé de desvestir y volví con mi lengua a subir por sus piernas, ahora en busca de su verga y darle una buena mamada; Oscar se incorporó y me tomó para ponernos de pie, me puso de espaldas, me inclinó hacia la cama; yo enseguida flexioné un poco las rodillas para quedarle a una altura justa, sentí luego como escupía sobre mi ano mientras que con sus manos separaba y juntaba mis nalgas, cuando dejé de sentir sus mano, supe que se estaría colocando el condón,  me ayudé abriendo mi culo, él escupió antes de meter su verga,  de un solo empujón que hizo que me doliera hasta el alma; mi primera reacción fue quitar mi culo pero Oscar me alcanzó a coger de la cintura,  luego me dijo que la metería más suave, pero a mí ya estaba doliendo el culo y el dolor me bloquea inmediatamente y hace que me cierre,  intenté relajarme para que él la volviera a meter pero era complicado, hasta me empezaron a dar ganas de orinar del ardor que sentí. Yo quería esa culiada y no iba a ir a una residencia a perder el tiempo, respiré y le dije que la fuera metiendo más suave mientras me relajaba, así lo hizo, me penetraba más suavemente,  mi culo cerrado y ardido, me dolía,  yo tan solo apretaba la sabana mordía fuerte mi brazo; finalmente me entró toda, Oscar comprendió que debería esperar unos segundos para que  me dejara de doler  tanto y pudiera disfrutarlo, me ofreció disculpas por lo que había hecho antes, según él,  mi culo se veía tan dilatado que daban ganas de mandarlo así de una; ya que yo lo tenía adentro el dolor seguía pero se iba convirtiendo en placer, comencé a mover el culo despacio disfrutando de aquella verga que tenía dentro, cuando Oscar sintió que podría moverse con tranquilidad,  siguió bombeándome con un ritmo muy delicioso, se movía muy bien, por un momento pensé que sería un total guache, pero sabía culiar rápido y lento, me daba momentos de descanso, claro sin sacar su verga,  luego dejó que yo me acostara y él seguía encima mío dándome y dándome verga, paró un momento,  nos pusimos de medio lado; que rica se sentía esa verga entrando en esa posición,  el dolor ya había pasado,  pero a medida que me culiaba seguían esas ganas de orinar, yo estaba bloqueado por delante, atrás estaba muy bien trancado, a mí no me importaba,  sentía mucho placer, una vez que la tengo adentro me mantengo dilatado y el dolor se siente pero muy poco y en los momentos en los que la sacan y vuelven y la meten, el movimiento dentro de mi culo alivia el ardor, Oscar a veces me pasaba la mano  para masturbarme pero una vez que yo me haya bloqueado es muy difícil que se me vuelva a parar, pensar que debo hacérmelo para, pensar que debo ser un buen polvo, pensar que debo aguantar las ganas de mear, pensar que si se me para me darán más ganas de orinar, pensar que el movimiento de su verga me hacía tener más ganas de mear, pensar que si lo frenaba para ir al baño podría terminar con sus ganas de culiar y estaba muy rico como lo hacía; yo puedo sentir mucho placer por atrás y no me hace falta venirme, si me pasa algunas veces que resulto como las neveras antiguas,  frio por delante y caliente por detrás pero funcionando muy bien, como pasivo aguanto mucha verga, como toda la que Oscar me estaba dando, que pollo para moverse rico, lo cabalgué un rato para que el descansara y aun así se movía,  su verga era imparable,  me di vuelta y una buena cabalgata de espaldas hacía él,  lo que le gustaba para abrir mis nalgas y ver como mi culo se comía su verga enterita. Otro cambio de pose y ahora me volvía a clavar en cuatro, su verga dura me masajeaba por dentro dándome más ganas de orinar y yo que no quería para la culiada me aguantaba,  Oscar lo sacó un momento y me dio vuelta para culiarme en pollo asado, ya me la podía mandar de una yo estaba ya muy dilatado y el dolor era poco,  prácticamente entre que me doliera y las ganas de mear me preocupaba más lo segundo; lo rico de la posición de pollo asado es que le entra de una, se ve como entra,  se ve la cara de placer al otro y lo más importante,  entra toda; yo intentaba que él no me tocará mi región pélvica, mi vejiga estaba a reventar y esto no es como cuando uno está en la calle y busca un palo y listo orina, en este caso el palo más cerca era de carne y estaba dentro mío; para cuando ya no aguanté más me tocó ponerle las manos en el pecho y pedirle un descanso para ir al baño,  le dije que estaba que me reventaba por mear,  él movió un poco su verga pero no la sacó,  me dijo que lo hiciera así como estábamos, yo quedé impresionado eso significaba que yo me orinaría sobre mí mismo, yo no había pensado siquiera hacer algo así,  él no dejó de darme verga y siguió moviéndose,  no le importó para nada, estuve a punto de alejarlo y pararme al baño pero pensé y me relajé,  si a él no le importaba ¿por qué a mí sí? Dejé fluir mi agüita amarilla sobre mi abdomen y pecho mientras él me daba más verga, cuando Oscar me vio meandome, se acostó sobre mi mojándose también,  esto me arrechó al ciento por uno, lo abracé y sentí al macho con el que culiaba, decidido, des complicado, arrecho, morboso; haber orinado así, fue más placentero que haber tenido  múltiples orgasmos, no me vine con lechita blanca sino con agüita amarilla y a mi activo le encantaba; entonces se incorporó dejando sus manos en mi torso restregándome mis miados, y culiandome con más fuerza, hasta verle en la cara que estaría por venirse, sacó su verga, se quitó el condón y se derramó sobre mí, con tal fuerza que su lechita llegó a mi boca,  probé su sabor dulce, mientras él con sus manos lo pasaba por mi pecho hasta llevarlo también a mi boca, volvió a acostarse sobre mí, nos besamos compartiendo su semen  con nuestras lenguas y descansamos un poco de tremenda culiada, yo totalmente satisfecho lo seguí abrazando y consintiendo.

3 comentarios:

  1. Uufff!!! Sigo sintiendo placer y arrecherra al leer tu blog ojala sea mas seguida tu publicacion . Mr gusta cuando dices algunos refranes como le dicen las tres y cincuenta y cibco ... O como el que dices ahora de los perfumes. :)

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  2. Que dificil a de ser escribir ran sencillo

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