Que Descarado

domingo, 23 de diciembre de 2012

Pasion por el futbol


Era la fecha de un partido de la selección Colombia en eliminatorias para el mundial, Camilo como siempre preparado para verlo en su casa, su novia lo dejaba solo a ella no le gustaba el fútbol  a mí tampoco pero me encantaba pasar tiempo con él, ya lo había acompañado no solo a ver fútbol sino también lo acompañaba cuando tenía algún partido por jugar, aunque me tocara aguantarme todas esas palabrotas que decían cuando jugaban, y hacerme pasar por heterosexual cada vez, sacando una excusa diferente para no jugar con ellos, hacerme el que iba a verlos jugar por desparche, no porque me interesara verles las piernas o el culo paradito y delicioso que tenía más de uno. Algunas de las novias, iba de vez en cuando, a algunas si les gustaba el fútbol y se vestían también con los uniformes de los respectivos equipos, muchas se veían sexys; cuando iba la novia de Camilo, ella era de las más bonitas, y le tocaba verse muy bien ante las demás, pues más de una le tenía ganas a Camilo, todas ellas sin pensar si quiera con quien era que más se divertía y celebraba los partidos que tenía. En esta oportunidad ella no había querido acompañarnos, dijo que prefería visitar a la familia o  irse de compras; yo encantado que ella no estuviese, porque así podría tener una tarde de fútbol como me gustaban.
El partido comenzó, como era de esperarse al principio todo era lento y no pasaba nada emocionante, al principio le puse un poco de atención al partido, pero como me sucedía siempre que tenía ese tipo de plan, yo resultaba poniéndole más atención a la entrepierna de su jean, a la que siempre llevaba su mano cuando pasaba algo que a él le causaba emoción, yo me confundía, porque cuando le ponía un poco de atención al partido, las faltas que se cobraban con barrera, me causaban mucho morbo, y no sabía que era más interesante de ver, si una barrera de jugadores deliciosos agarrando sede de la cintura o protegiéndose el paquete; o, ver a Camilo haciendo esos mismos gestos como si el balón fuese a saltar de la pantalla. El partido avanzó en medio de algunos acercamientos de ambos equipos, que para mí dicha provocaban que  algo creciera en el pantalón de Camilo, y eso era algo que a mí me encantaba ver y sentir,  y ya pronto estaría por cumplirse los 45 minutos del primer tiempo, y ese receso, era una oportunidad perfecta para dejar fluir toda esa pasión del fútbol.

El árbitro central hizo sonar el silbato, anunciando la culminación del primer tiempo; un partido que hasta el momento el marcador se mantenía 0-0, ese silbato también era una señal para Camilo y para mí, ya conocíamos la rutina y sabíamos que hacer en ese instante, él volteaba a verme, se acercaba a besarme mientras se desabrochaba su pantalón y lo bajábamos hasta las rodillas, o a veces él se bajaba el pantalón y yo lo ayudaba con el bóxer, para ver como su verga se erguía de forma automática, mostrando su imponencia y deseos de ser lubricada; en esto yo ya me estaba preparando y tenía bastante saliva en mi boca, que me dejaba el beso que nos habíamos dado segundos antes, dirigía mi boca hasta su verga, abrazándola con mis labios totalmente y comenzar a chuparla desde la raíz hasta la punta; mientras me ponía a sus pies arrodillándome, estando más cómodo para tragarla toda de un solo bocado, esa verga me encantaba, y la chupé, lamí, mamé, me atragante con ella, no podía dejar de hacerlo esa verga era de exquisita proporción, con unas venas a las que parecía no caberle una gota más de sangre por ellas. Yo recorría esas venas con mi lengua, mientras que con mis labios disfrutaba cada uno de sus centímetros, de arriba a abajo y viceversa, chupándola de la forma que según Camilo ninguna de sus novias lo hacía.
Me agarre de sus muslos mientras él me tomaba de la cabeza, para que yo no dejase de mamarla, yo con más fuerza seguía mi consumo de verga, lubricándola con mi saliva, chupando sin cesar, intentando con mis labios y lengua llegar hasta sus huevas, que eran las únicas que me tentaban a sacar ese tetero de boca.
La tome por la mano, para masturbarla un poco mientras me deslizaba por sus huevos, lamiéndolos y saboreándolos, ellos se adueñaron de mi lengua y boca por un buen momento, y su verga de una de mis manos, dejándome la otra libre para acariciar sus piernas y nalgas de futbolista que tanto me gustan,  que incluso cuando Camilo tiene pantalón o sudadera provoca perderse en su entrepierna disfrutando todo lo que tiene ese gran paquete. Ya al momento de calcular que el receso se acabaría y empezaría el segundo tiempo del partido, volví con mi boca  a atragantarme de esa verga, ahora chupándola con mas ímpetu, queriendo obtener de ese manantial el fruto de lechita caliente que tanto me gusta, el ritmo de la mamada lo volví más acorde a lo que yo quería conseguir, obviamente que Camilo también quería lo mismo y se dejaba complacer totalmente, y me tomaba de los hombros para mostrarme su satisfacción y también para que al momento justo apretármelos y yo darme cuenta que era el momento de mi recompensa y disminuir la velocidad para disfrutar con mi lengua como su leche fluía con tal fuerza por los respectivos conductos en la verga y me inundaban la boca de  su semen calientico y espeso que saboreaba como el mejor manjar, sin dejar desperdiciar ni una sola gota, no retiraba mi boca hasta sentir que ya no estaba fluyendo más su semen, luego si sacaba esa verga de mi boca y limpiaba con mi lengua cualquier residuo de saliva y esas ultimas gotas que escurren al final.
Él se levantó, fue por unas cervezas, pero antes de tomarlas me dio un gran beso, siempre le gustaba sentir el sabor de su semen en mi boca después de una buena mamada; luego destapaba las cervezas, tomaba un buen trago y se acomodaba para el segundo tiempo, esta vez el jean ya le estorbaba así que se quedó con la pantaloneta del mismo uniforme que tenía la selección en ese día. Sonó el silbato anunciando el comienzo de la otra mitad del partido, lo que haría que Camilo volviera a concentrarse en el fútbol, yo por mi parte aunque no me interesaba quienes ganaran y como, si me beneficiaba de un buen resultado. No faltó mucho para que Colombia hiciera el primer gol, aunque preciso en ese instante yo estaba distraído mirando los vellos de sus piernas, y pues claro me asustó cuando saltó gritando el gol, y cantándolo a todo pulmón, le compartí su alegría interesándome en como fue el gol; él ya sabía que yo a veces me distraía morboseandolo y no le importaba, simplemente cuando yo me mostraba interesado pues me explicaba, y me metía en el cuento del fútbol; la alegría del triunfo momentáneo estaba dando sus beneficios ya que a mí me abrazaba y me llenaba de besos.
Seguimos tomando más cerveza y mirando el partido, pues ahora el otro equipo estaba atacando con mayor fuerza, lo que me produjo un mayor interés en el partido, estaba viendo un partido con emoción y buen fútbol y no lo que nos tenía acostumbrado los antiguos partidos de Colombia, mucho toque y nada de nada; a mí me encantaba cuando los partidos iban bien porque mi recompensa al final era súper. Faltando 10 minutos para finalizar el partido, Colombia metió otro gol, esta celebración ya no me cogía desprevenido ahora yo también lo celebraba, claro sin dejar de pensar en que ya faltaba poco para acabarse el partido, Falcao me estaba dando una tarde de fútbol como me gustaban, y que tanto esperaba desde que Camilo me pidió que lo acompañara.
El partido terminó 3-0, la emoción de la victoria sobresalía de aquella pantaloneta azul, yo no podía esperar más mi trofeo, Camilo se levantó y se arrodilló frente a mi sobre el sofá en el que estábamos sentados, dejando su paquete frente a mi cara, se quitó la camiseta y como sabia lo mucho que a mí me gustaba su torso, me tomó de las manos y las llevó hasta su pecho, yo de inmediato lo acaricié, mientras el me quitaba mi camiseta y se agachó para besarme mientras nos acabábamos de desnudar, al terminar de hacerlo, me levantó y me alzó para que yo me abrazara de su cuello y de su cintura con mis piernas, me llevó hasta un sillón, donde dejo reposar mi espalda, estirando mis piernas formando una gran V, acercó ahora su verga  tanteando con ella el culo donde iba a entrar, me escupió mientras veía como me dilataba y miraba excitado como mi culo le decía que sería bien venido, se acomodó mejor para ahora si penetrarme en forma lenta disfrutando de ese caluroso hogar para su verga, una vez que sintió que la había metido toda, me volvió a alzar, asegurándose de tener el control absoluto sobre mí, posición que me encantaba ya que me mostraba la fuerza de mi pareja, Camilo se movía bastante bien cuando me alzaba y si se cansaba de la posición volvía a poner mi espalda sobre algún mueble y así concentraba toda su fuerza en darme verga, en este día me mantuvo un buen rato en V, mientras que me besaba las piernas, su cara denotaba la alegría del triunfo de Colombia y aunque no era ninguna final de copa, yo estaba recibiendo toda la gloria, sacó su verga un momento tan solo para darme la vuelta y arrodillarme sobre el sillón poniéndome en cuatro y penetrándome de nuevo, esta vez no con deleite, ahora era con total arrechera, esa verga que me empujaba con tal fuerza que si el sillón no estuviese contra la pared, seguro se hubiese volteado. Cuando me tenía en esta posición sacaba su verga en algunos momentos para darme merecidos latigazos con ella, los cuales me encantaban, me hacían sentir lo dominado que estaba ante esta delicia de miembro. Me dio verga sin piedad haciéndome gemir de placer. Ya cuando tenía ganas de venirse me acostó sobre el sofá, sentándose sobre mis muslos, masturbándose con una mano y con la otra masturbándome, esto hacia que yo me viniera mas rápido, me encantaba la mano que me daba; me vine con mucha fuerza; al verme venir él lo hizo también, con la misma fuerza que lo había hecho en mi boca, su semen ahora se derramaba sobre mi cara, mi cuello y mi pecho, sus últimas góticas fluyeron sobre mi ombligo.
Camilo se levantó, buscó algo para limpiarme, nos vestimos y salimos a encontrarnos con su novia que nos estaba esperando en el centro comercial.



miércoles, 18 de julio de 2012

Detonante


Para el sábado 19 de julio, Wilson quería hacer una reunión en el apartamento y tomar un poco con sus compañeros de trabajo, entre los que estaban, Sandra, su prima, Rosa, una manicurista y otros de los empleados de la peluquería. Yo sabía que iban a tomar mucho y escuchar música, aunque no era de mi total agrado ese tipo de reuniones, pues se ponían a hablar de cuestiones de la peluquería, del trabajo que habían tenido en esa semana, o bueno Wilson se ponía a hablar de sus proyectos y sus historias de vida, que generalmente eran las mismas, y lo mas harto para mi era que la música que les gustaba escuchar era vallenato, merengue y salsa, que son los ritmos que menos me gustan, una de las grandes razones por las que no me gustan, es porque no sé bailarlos. Llegó la hora de la reunión, llegaron los invitados, el trago estaba listo, muchos me conocían porque yo era el encargado de llevar la contabilidad de la peluquería, y como el novio de Wilson le ayudaba mucho con el apartamento y también en el trabajo, aunque él a ratos intentó aparentar que éramos tan solo amigos sus compañeros sabían desde hace rato quien era yo, en especial su prima que era su alcahueta y Rosa que era una gran amiga para mi. Wilson como siempre los saludaba y hablaba con ellos, haciéndose ver siempre como alguien que es un gran líder y no un jefe, pero no pasaba de verse como alguien que simplemente quería mantener la imagen de ser superior ante sus empleados. Comenzamos a tomar mucho ron con Coca-Cola, era la combinación que a la mayoría nos agradaba y pues la preferida del jefe, así que nadie mas iba a decir algo por que solo había esa opción, y pues como eran bien tacaños los empleados, pues tomaban lo que les dieran así no tenían que ponerse a traer mas trago por su cuenta, algo típico de ellos era que les gustaba tomar sin gastar un peso de su bolsillo.

La reunión avanzó en medio de mucho trago y música, aunque no todos estaban tan alegres, yo disimulaba mucho mi aburrimiento, lo único rico de la noche era tomar, y como la música no me gustaba ni sabía bailarla, prefería quedarme sentado hablando con el que tuviera mas confianza. Al rato Wilson me dijo que vendría un ex, un muchacho que había conocido un años atrás, estaba de viaje y había llegado ese día a la ciudad, vivía bastante cerca y se hablaron para que viniera a la reunión; a mi no me gustó mucho la idea, aunque no se lo hice saber, solo disimulé y le dije que no había problema, algo bueno era que tenía la oportunidad de conocerle a otro ex, esperando que con este me dejara una mejor impresión que el otro ex que le conocía. Gustavo, como se llamaba el chico, llegó al momento que Wilson me contó la noticia, era muy lindo, parecía de buen cuerpo, una cola que provocaba cositas, joven de 19 años, muy tierno, y muchas otras cosas que comencé a comparar enseguida conmigo. También pude darme cuenta que a Wilson le gustaban mucho los muchachos jóvenes, recién salidos del cascarón, a el chico lo había conocido de 18 años pero su otro ex se lo había espantado, a mi me había conocido de 20 años y pues a pesar de todas las cosas que había hecho ese ex para que yo me alejara, yo seguía firme con Wilson, llevábamos 9 meses de relación, de los cuales 3 meses llevábamos conviviendo. Aunque mi relación estaba fuerte y Wilson me quería mucho, yo no pude evitar seguir comparándome o mejor dicho sentirme muy poca cosa al lado de ese chico, yo no me sentía lindo y a él lo veía muy lindo, yo no estaba estudiando en una universidad y él ya estaba acabando su carrera, yo aunque trabajaba para Wilson no estaba en la mejor posición económica y él parecía que estaba súper estable económicamente, en fin yo buscaba cualquier detalle para compararme y siempre salía perdiendo. Mientras lo detallaba aprovechaba para tomar mas, manteniéndome un poco alejado de la conversación que tenía Él y Wilson, yo hablaba con Rosa que me decía que aprovechara la noche, y que no me preocupara por Gustavo que yo era el novio de Wilson y pues si estaba conmigo era por algo, que yo era mas bonito que ese muchacho, y que tenía muchas cosas que a él le faltaban, cosas que a mi me entraban por un oído y me salían por el otro, también ella intentaba sacarme a bailar, no quería que me quedara sentado todo el tiempo, sabía q1ue si lo hacía el trago me iba a coger duro, después de muchos intentos por fin lo consiguió, salí a bailar un merengue bien suavecito sin tanto complique para bailar, no sé si porque yo ya había tomado mucho o porque estaba cansado de que me rogaran para bailar.

Algunos de los empleados ya se estaban yendo para sus casas, lo que hizo que Wilson estuviese con los de su total confianza, eso hizo que ahora me sacara a mi a bailar un vallenato que me había dedicado desde hace meses, esta vez no me hice del rogar, no podía desairar a mi novio delante de un ex de él, eso me haría quedar muy mal, yo prefería hacer el oso bailando un vallenato, que quedar como un aburrido ante su ex, aunque creo que eso ya lo había conseguido desde que nos presentaron, pues no baile sino con Rosa unas pocas veces; con Wilson bailamos y hablamos, me decía que le alegraba que yo no me incomodara por la presencia de Gustavo, yo tan solo fingía la sonrisa y hacía que no pasaba nada, cuando por dentro yo estaba que me mordía de la rabia de ver que ese chico era mejor que yo en muchos aspectos. Acabamos de bailar y me senté mientras que Wilson sacaba a bailar a su prima; momento que aprovechó Gustavo para acercarse y hablar conmigo, me habló de lo mismo que Wilson, esperando que yo no estuviese molesto por que él estuviera en esa fiesta, yo le sonreí y le dije que no pasaba nada, hablamos de otras cosas, de la música tan harta que estaba para mi, tomábamos mas trago, en fin yo ya estaba tranquilo, sentía que podía disimular mejor lo que estaba sintiendo durante el transcurso de esa reunión.

Se iba haciendo mas tarde y marido, o lo que fuese, de Sandra, le comenzó a dar sueño y como ella no tenía ganas de irse para su casa, que era a pocos metros de donde estábamos, le dijo que se acostara un momento en un sofá-cama que teníamos en la habitación, cosa que Wilson autorizó previamente, pues estaba muy contento echando chistes malos con ella. Rosa, Gustavo y yo hablando aparte, Rosa me ayudaba haciendo conversación sobre su vida y todo eso, y cada cosa que yo escuchaba que había hecho él, estaba haciendo y/o tenía planes de hacer, me hacía sentir peor, pues en ningún momento dejé de compararme; mi excusa en muchas ocasiones de la conversación para evadir ciertos temas era ir a servir mas trago o la típica de tener que ir a orinar. Llego el momento que Gustavo dijo que se iba ya para la casa, ya era como la 1 de la mañana y pues aunque estaba cerca a su casa, no quería demorarse mas, muy amablemente Wilson se ofreció a acompañarlo, a mi no me parecía buena idea, pero no iba a decir nada, así que me despedí muy cortésmente deseándole una feliz noche y pues que en todo le fuera bien.

Cuando ellos salieron del apartamento, yo entré al baño para mojarme la cara y luego me quedé en la sala un momento intentando hablar con Rosa, por que no podía dejar de pensar que los había dejado solos, y que ese chico era mas bello que yo, pero entonces comencé a sentir que no debía dejarlos solos, así que me levanté, salí del apartamento, fui hasta la puerta del edificio donde vería si estaban cerca o no, ya cuando estaba afuera miré para ambos lados de la calle, volví a mirar para un sitio que me llamo la atención, reconocí a Wilson caminando al lado de Gustavo, estaban cruzando una avenida, ya iban lejos pero alcancé a darme cuenta en el instante en el cual Wilson abrazaba a Gustavo, los celos fueron enormes en ese momento, no quise ver mas, entre llorando al edificio, Rosa me estaba esperando en la puerta del apartamento y apenas me vio llorando me consoló, ella sabía que yo me sentía mal por la presencia de Gustavo, le dije que me acompañara que no quería estar solo, no me sentía bien, me sentía muy defraudado, me sentía engañado por la persona que yo amaba, sentía que todo lo que él me decía, que me quería y mi que me amaba, que yo era lo mejor en su vida, eran solo mentiras. Wilson no tardó en llegar, al verme llorando me preguntó que me pasaba, yo no le hablé amablemente, le decía que si para él era mas importante ese muchachito que se quedara con él, pero que no tenía que hacerme eso, que yo me había entregado totalmente a él. Rosa tan solo trataba de calmarme, yo estaba histérico, pero Wilson le dijo a ella que se fuera y que me dejara solo, que tan solo era una pataleta ya que yo había tomado mucho y estaba mas que cogido por el alcohol; ella le hizo caso y se fue, en ese momento yo me desesperé, no quería estar solo, no quería que me quitaran a la única persona que si quería estar conmigo esa noche. Hubo un momento en que vi como Wilson despedía a Rosa cerrando la puerta del apartamento, sentía como me quitaban a la única persona que podía estar conmigo en ese momento, yo no quería quedarme solo, o bueno, no solo con Wilson, él se me acercaba me calmaba diciéndome que todo era una confusión, que me acostara a dormir y que después que se me pasara la borrachera hablaríamos y aclararíamos lo que había pasado; yo lo rechacé, le dije que me dejara solo, que no quería estar cerca que él, él se cansó de todo y se fue para la habitación, dejándome solo en la sala.

Estuve acurrucado en el tapete, otro rato sentado en algún sillón, tomando el poquito de ron que quedaba; estaba triste, pensando en lo solo que me encontraba, enseguida volaron hacia mi imágenes de mi vida en los cuales la soledad era la gran protagonista, recordaba como en tantos momentos importantes para mi, tuve que estar solo porque mis padres estaban muy ocupados trabajando, que tuve pocos amigos porque me sentía muy extraño en el mundo de ellos, y que a pesar que había tenido buenos amigos, siempre se habían ido de mi lado; pensaba que aun en la iglesia cristiana había tenido muchos momentos de soledad, mientras recordaba todo eso pensaba que ahora mi novio me dejaba solo, mi novio me había quitado a mi mejor amiga y también era otra persona que en los momentos que mas necesitaba de alguien , no estaba. Mi cabeza comenzó a llenarse de soledad, ahora era algo mas aparte del complejo de inferioridad que tuve toda la noche con respecto a Gustavo, complejo que en la soledad se fue incrementando, ahora eran imágenes de mi niñez y adolescencia en las que me sentía inferior a los pocos amigos que tenía, a mis compañeros de la escuela y del colegio. En cuestión de segundos pasaban mil imágenes por mi cabeza, yo intentaba controlarlas pensando en Jesús y sus enseñanzas, yo había entrado a la iglesia cristiana un día después de conocer a Wilson, ya sabía mucho de la biblia pero no encontraba algo que diera alivio a mi soledad, y los pensamientos de soledad, de inferioridad, de patito feo, de no ser alguien a quien pudieran amar, estaban rodeándome, encerrándome en una esfera de sombras, y aunque yo podía ver perfectamente lo que había a mi alrededor, pues la luz de la sala la mantenía prendida, veía los vasos de tragos, las colillas de cigarrillos que había fumado Sandra y algunos de los empleados de la peluquería, yo me sentía totalmente rodeado por sombras que me lanzaban pensamientos de soledad, otras me lanzaban mas pensamientos diciéndome que yo no podía ser alguien en la vida, otras que me decían que a mi nadie me quería; todos estos pensamientos llegaban con las mismas voces e imágenes exactas de las personas que muchas veces me hicieron sentir mal, amigos y familia, muchos en algún momento me habían hecho sentir lo peor de este mundo y ahora estaban volviendo a hacerlo.

A pesar de todo el trago que había tomado no sentía sueño pero mi cuerpo se estaba adormeciendo, me sentía totalmente lucido pensando y recordando tantas cosas, pidiendo a Jesús que viniera y me rescatara de las sombras, o a mi Papi que me protegiera como un ángel de la guarda, ya que él había muerto días después de haber conocido a Wilson, pero nadie venía en mi auxilio, yo tenia que tomar fuerzas por mi solo, aun en un momento así tenía que estar solo, tenía que luchar contra mis propias sombras solo, pues me llené de valor, me levante de la sala, le dije “no mas” a las sombras, “no voy a permitir que me sigan haciendo sentir mal”, esta es mi vida y yo decido que soy y que no, entonces fui para la cocina, tomé un cuchillo, el mas grande, y lo empuñe contra mi muñeca izquierda, las lagrimas se me salían al ver que estaba tomando el valor por fin para hacer lo tanto había anhelado años atrás, yo no quería hacerlo pero tampoco quería detenerme, entonces esas mismas sombras que me estaban haciendo sentir solo, feo, inferior a todos los demás y nada amado, comenzaron a enviarme imágenes de tantas veces que desee la muerte, cuantas veces quise tener el valor para quitarme la vida. Yo tenia mi vista enfocada tan solo en una cosa, el cuchillo sobre mi muñeca; mientras que recordaba tanas cosas apreté mas el cuchillo y comencé a cortarme, sentía algo de dolor, el alcohol estaba haciendo su parte como analgésico, aunque era algo que no quería hacer lo estaba haciendo y no me iba a detener, seguía pensando en Jesús y tan solo le pedía perdón, le decía que esperaba que me recibiera al otro lado, que aunque yo supiera que no estaba bien lo que estaba haciendo me perdonara, que no me iba a detener, eso era lo que yo necesitaba, mi alma necesitaba ese descanso, le pedía a mi Papi que me ayudara a pasar a mejor vida, que me cuidara en todo momento, que si él me estaba viendo que por favor no me dejara solo. La sangre comenzó a gotear, para mi era increíble ver mi sangre de esta forma, pero ni aun eso me hacía retroceder, ya también me dolía un poco mas, me ardía, y yo seguía con mi mente pensando en Jesús y diciéndole “perdóname pero no voy a detenerme”, siempre me habían enseñado que lo que estaba haciendo no tenía perdón, pero yo esperaba que por el amor que siempre decían que él nos había tenido, pudiese encontrar un perdón, las imágenes seguían en mi cabeza, las sombras seguían rodeándome, no se detenían, al contrario, parecía que la sangre las alimentaba, ahora mi sangre no salía por góticas, ahora ya era un chorro, sentía que mi preciosa sangre se estaba derramando y yo todavía no sentía desfallecer, entonces seguía cortando, quería que alguien me detuviera, pero no quería ser yo ese alguien, pero yo estaba solo, mi novio estaba en la alcoba durmiendo mientras que yo estaba en la cocina quitándome la vida. La sangre que estaba perdiendo ya era mucha, podía ver como el charco de sangre salía de la cocina para la sala, la sangre corría, mostrándome un rio rojo de mi sangre, se veía tan hermosa y me daba tanto pesar que mi sangre estuviese derramándose de esa forma, ya me sentía sin fuerzas, no quería cortar mas, ya las sombras estaban desapareciendo, tan solo me sentía muy cansado, quería dormir, solté el cuchillo lo dejé en la cocina y me fui para la habitación, me acosté al lado de Wilson, dejando mi brazo hacia un lado, para no manchar el tendido y poder dormir esperando no encontrar un nuevo amanecer.

Abrí los ojos, recordé al instante todo lo que había hecho la noche anterior, miré mi mano, la podía mover, me levanté un poco para ver quienes mas estaban durmiendo en la habitación, estaba Sandra y su marido, también estaba Rosa para sorpresa mía, ella nunca se había ido del apartamento, pensé en toda la sangre que había en la cocina y en la sala, no quería que al levantarse ellos fuesen a encontrar ese reguero y tener que darles explicaciones a todos, así que fui inmediatamente a buscar un trapero y limpiar lo que mas pudiese, hice lo que pude sin hacer ruido y volví a la cama, cuando me estaba acostando, Sandra se despertó y llamo al marido, Wilson también se despertó, yo me hice el dormido inmediatamente, cubriendo mi brazo para que nadie notara la herida, ellos se organizaron rápidamente y salieron, Rosa y Wilson siguieron durmiendo . Como a las 9 de la mañana del 20 de Julio, ellos se levantaron se organizaron un poco y se fueron para la peluquería, intentando no hacer ruido para no despertarme, yo seguía fingiendo que estaba dormido, aunque me sentía muy agotado no podía dormir. Como a las 10 de la mañana llegó Rosa a preguntarme que iba a desayunar, Wilson iba mandar comprar algo, yo le dije que no, le pedí que me llamara a Wilson, que fuese lo mas discreta posible en decirle que viniera a verme que tenía algo importante para hablarle, ella pensó que yo le hablaría de Gustavo, en ningún momento alcanzo a ver los charcos de sangre que yo no había alcanzado a limpiar de la cocina, tampoco le dejé ver la herida, así que ella fue a hablar con Wilson, no sin antes recomendarme mucho que no terminara con él, que no hiciera una locura, algo de lo que me pudiese arrepentir; para mi esos consejos eran los que necesitaba cuando me quedé solo pero en eso momento ya era tarde. Llegó Wilson a la expectativa de lo que le iba a hablar, pero también muy preocupado por mi desayuno, yo le pedí que se sentara, que tenía algo importante para hablarle, pero las palabras no me salían, solo le pude decir, “Wilson, creo que una imagen habla mas que mil palabras”, enseguida le mostré el brazo, con mi herida totalmente abierta pero sin derramar mas sangre, él se echó a llorar inmediatamente, no sabía que decirme, aunque le era difícil hablar con ese llanto, le pedí que se calmara, que yo necesitaba de su ayuda, él lo hizo de la forma mas valiente que pudo, me ayudó a ponerme algo de ropa para llevarme al centro medico, en el camino me recordaba cuanto me amaba, que cuando vio mi herida sintió como la persona que amaba casi se muere junto a él y no había hecho nada, se sentía culpable por traer a Gustavo a la reunión, yo le decía que no se culpara, que lo de Gustavo no era la razón ni el motivo, tan solo había sido un detonante.


miércoles, 11 de julio de 2012

Tentaciones


Yo estaba muy concentrado en mi nueva religión, llevaba muy poco tiempo de haber sido coronado, es decir, recibir mis collares por la coronación de un oricha. Los orichas son las fuerzas de la naturaleza, las cuales tienen un arquetipo, y personalidad que los identifica, su adoración se remonta a África, Donde culturas como la Yoruba y otras mas, eran quienes tenían esta tradición. Debido a la captura de esclavos por los europeos, estas culturas llegaron a muchos territorios de América, donde se formaron distintas religiones, como la Santería, en Cuba; y el Candomblé, en Brasil. Santería Colombiana, como se llamaba entonces la comunidad, cambió su nombre a Candomblé Colombiano, debido a que teníamos, mas influencia de Brasil; me había transformado, era un nuevo hombre, pero no cualquier hombre, ahora era uno consiente de sus acciones, del destino, de las consecuencias de la vida que llevé por mucho tiempo, que debía mejorar mis actitudes, ante mi y ante los demás, me entregaba ahora a la búsqueda de la santidad, respetando mi cuerpo, y cuidando bastante de mis acciones, no porque alguien me lo impusiera, era mi convicción, era lo que yo había estado buscando y que no había encontrado en la religión cristiana, me gustaba el estilo de vida que tendría, con este cambio de 180 grados renunciaba a muchas cosas que yo hacía, para dedicarme a aprender más sobre el universo, la naturaleza y sus orichas, la sabiduría que encontraría en ellos era indescriptible, tenía ahora nuevas herramientas para una vida de mejor calidad. Yo no tenía prohibido conocer otras personas de mi mismo sexo, la homosexualidad nunca fue un problema, esta comunidad nos albergaba con el amor que Dios tiene sobre su creación, las personas que yo ahora buscaba para conocer, eran personas que debían querer algo serio y estable, ya no mas sexo casual; ahora las condiciones de búsqueda que yo implementaba cuando conocía a alguien, eran alejarme de personas con un estilo de vida libertino, alejarme de ambientes donde la energía fuese baja, donde la lujuria, las borracheras, la falsedad y demás pasiones bajas que tiene el hombre, pudieran afectar mi nuevo camino, pudieran oscurecer y manchar más el espíritu que ahora yo estaba tratando de limpiar, y de mantener en su mayor esplendor.


Duré mucho tiempo solo, guardándome para alguien que en verdad quisiera una relación formal, un compromiso, cada vez que encontraba a alguien que tenía estas intenciones, yo lo estudiaba muy bien, primero tenía algunas citas formales para tomar un café, ir a cine, caminar, en fin, situaciones donde yo pudiera conocer cual era el verdadero interés de la persona. Muchos quedaban aburridos, siempre esperaban que por lo menos a la segunda cita ya se tuviera sexo, otros se desilusionaban por la religión, pues sus costumbres, católicas o cristianas iban en total desacuerdo con las mías; yo que ya había conocido perfectamente estas religiones, sabía exactamente por qué no eran caminos que me proporcionaran una vida de evolución espiritual, como lo estaba encontrando en el Candomblé. Todos los hombres para mi valían la pena y pudieron ser excelentes pretendientes, si sus decisiones no fueran en contrariedad con la meta espiritual que yo tenía, muy pocos estaban dispuestos a estar con alguien como yo, a querer un compromiso verdadero, una relación que no fuese solo de cantidad, de tiempo de duración o de cosas compartidas, sino de calidad en la relación, donde el amor fuese la base de la relación, con principios como el respeto, no solo por la relación, sino también por las costumbres de la otra persona y sus decisiones de vida, la lealtad y entre otros mas no sin dejar un principio bien importante, el de fidelidad, sobretodo eso, la fidelidad que es tan difícil conseguir en el ambiente gay; yo la podía ofrecer, pues mi moral ahora tenía que ser impecable, y sabiendo del destino, no quería hacerle algo a alguien que no me gustaría que me hicieran, pero aunque la otra persona pudiese tener la certeza de mi fidelidad, yo no podía tener esa misma certeza, a mi me comprometía mi evolución espiritual para motivarme a ser fiel, pero a ellos nada mas que sus propias costumbres para motivarlos a la fidelidad, y sabemos que las buenas costumbres y la moral es algo que se ha ido deteriorando desde mucho tiempo atrás, ya los padres no educan a sus hijos con principios, y muchos de los que fuimos bien educados por ellos, nos perdemos en el camino de ser una persona adulta, o también que muchos cambiamos nuestra forma de pensar ya que al ingresar a algunas religiones, nos damos cuenta que sus lideres, sacerdotes y/o pastores, son quienes tienen estos principios guardados en el closset.


Conocí por fin a Harry, un muchacho morenito, joven de 21 años, un cuerpo muy bonito que mantenía con bastante ejercicio, muy trabajador y mas preparado que un yogurt, venía de buenas costumbres, también, había conocido de otras religiones, tenía experiencia con cuestiones sobrenaturales, aunque en esto su experiencia era mayor que la mía, utilizaba métodos adivinatorios como el tarot, me encantaba escucharlo hablar de sus experiencias; nos pasábamos horas mirando televisión y hablando, pues lo tenia en verano ya que me mantenía en mi posición de no tener sexo. Había hecho una ofrenda de aché, la energía espiritual, a mis orichas, este aché sería reservado durante un mes, lo que me impedía para tener sexo, no podía venirme siquiera masturbándome, pues la eyaculación es una de las formas mas poderosas de liberar aché. Harry me estaba comprendiendo, pero a veces era mucha tentación para mi, cuando lo tenía cerca y lo miraba me excitaba mucho, y sobretodo para mi que durar tanto tiempo sin venirme, sin estar con nadie, era una proeza, ya lo había intentado antes de mi coronación y había fracasado, tan solo aguanté 20 días. Después de 2 semanas, compartiendo con él, un día lo acompañé a su casa, él estaba muy cansado y estresado del trabajo, y yo como buen "novio" me ofrecí para hacerle un masaje, él contento pues ya sabia que yo era bueno en eso, y pues también quería ponerme la cascarita para que yo cayera de una vez, yo fui consiente de la trampa de él pero quise seguir, a mi me encantaba su cuerpo y sensualidad; él se quitó la ropa quedando solo en boxer, se acostó boca abajo; yo me arrodillé sobre la cama para empezar con el masaje, me unté un poco de crema humectante en las manos, y comencé a masajearle la espalda, fue un poco incomodo porque yo estaba de lado. Él al ver mi incomodidad, me dijo que me subiera en él, que así podía hacerle un mejor masaje; yo sabía que tenía razón, pero también sabia a la tentación que me estaba exponiendo; me acomodé como él me dijo, con las ganas de sentarme en sus nalgas; su cola era bien levantadita, y afortunadamente o desafortunadamente para mi, ese bóxer la cubría muy bien, dejando que fuese mi imaginación la que volara y viera ese par de nalgas morenitas, que pedían ser mordidas a gritos.
Me coloqué de tal forma que pudiese quedar encima de él pero sin sentarme en su culo, sabia que si lo llegase a sentir me iba a provocar aun mas. Empecé a hacerle el masaje por los hombros y la nuca, haciendo movimientos circulares con los dedos. Mirando ese cuello que siempre me habían dado ganas de morder y chupar, me imagino como un vampiro cada vez que veo el cuello de alguien en esta posición. Seguí bajando poco a poco por su espalda; ya el hecho de tenerlo así me estaba excitando, verle la espalda a un hombre siempre me pone a mil, y mas si es un hombre con quien estoy teniendo una relación afectiva; su espalda, su color de piel, la suavidad, sus músculos tonificados, era un conjunto de tentaciones con las que yo tenía que luchar, Tenía unas ganas inmensas de acostarme sobre él y abrazarlo mientras que le besaba y lamia toda la espalda. Para mí era importante agradarlo a él, quería hacerle un buen masaje, así que seguí bajando intentando enfocarme; para cuando llegué a la parte baja de la columna, me tocó hacerme mas para atrás, ahora, me podía acomodar en sus piernas, claro sin dejarle todo el peso; ya en esta parte seguí con mi masaje intentando ignorar sus nalgas que ya estabas mas a mi vista y al alcance de mis manos. Quería cogerle ese bóxer y quitarselo con la boca, y con mis manos abrirle esas nalgas y meter mi cabeza de lleno en ese culo, dándole lengua sin parar. Pero bueno, tenía que volver a mi realidad, yo estaba haciendo un masaje y tenía que ser lo mas profesional posible, así que me salté las nalgas y seguí haciendo mi masaje por sus piernas, igual de suaves, sin vellos; yo me deslicé hasta sus pies, como para enfocarme en algo mas que sus nalgas, pero los pies también me gustaban, me provocaba lamerlos por todas partes, chupar cada uno de sus dedos, no solo disfrutar de su dedo gordo sino del chiquito, de ese dedo meñique que en los pies casi siempre están feo, ummm perderme en todo su cuerpo.
Para ese momento ya estaba muy excitado, me pasaban mil cosas por la cabeza, tenia que guardar mi aché, pero estaba que explotaba al tener a Harry acostado y semidesnudo ante mi, era una pelea entre lo que me pedía el cuerpo y lo que era mejor para mi espíritu, tras del hecho mi mente no ayudaba mucho, mandándome imágenes de todo lo que podía hacer con ese cuerpo teniéndolo de espaldas. Harry tampoco me ayudó pues con su pie me comenzó a tocar la pierna, palpando si podía encontrar lo duro de mi verga, no tardó en darse cuenta de mi excitación, y si dio la vuelta, mostrando que el bóxer tampoco podía ocultar su excitación, mi mirada se clavo inmediatamente en ese bulto que quería romper la tela para salir. Él se metió la mano sacándolo y mostrándomelo, entonces retrocedí, para mi eso ya era pasar a otro plano, era un punto a donde no debía llegar, "¿Que pasa, no lo quieres?" me dijo, se me hizo agua la boca y el culo,
era obvio que lo quería, desde que lo conocí tenía ganas de sentirle la verga y ahora estaba frente a mi babeando esperando a que yo la chupara y la consintiera con mi lengua, pero preferí retroceder a pesar de su mirada seductora, le dije que eso no estaba bien, era mejor que me fuera y que no hiciéramos nada, la tentación era muy grande y pues aunque digan que lo mejor de las tentaciones es caer en ellas, y si que quería caer en ella. Mi fuerza de voluntad tenia que ser mas grande, es mas importante mi evolución espiritual que una revolcada de unos cuantos minutos.
Me organicé y le pedí que me acompañara a la puerta que me iba a ir para mi casa, él lo hizo de mala gana, le recordé que yo no podía pasar a eso en ese momento, que tocaba esperar unos días. Me fui para mi casa, al otro día hablamos común y corriente por celular aunque no hablamos de vernos, al día siguiente las llamadas disminuyeron y así cada día que pasaba, hasta que cuando nos volvimos a ver fue tan solo en plan de amistad, no hablamos del tema, tan solo el no era una persona que pudiese llevar mi ritmo, ni yo el de él.

viernes, 6 de julio de 2012

Muchos son los llamados, pocos los penetrados


Jonatan y yo queríamos que el plan para ese día estuviera mejor que los anteriores; él, que siempre estaba urgido de sexo, y yo por mi parte, que siempre estaba dispuesto y disponible. Nos encontramos al mediodía, como era costumbre; esperaríamos a que llegara Ricardo, me había llamado en la mañana, estaba sin nada que hacer y vendría a ver si nosotros armábamos otra "reunión", como las que a él le gustaban. Yo lo había conocido en una reunión anterior, me parecía una persona muy bacana, descomplicada, que al no ser tan bonito de cara ni tan llamativo de cuerpo, prefería estar con personas que tuviésemos mejores atributos para levantar y convocar gente para las reuniones; era de 33 años, tal vez mas, tal vez menos, yo no recuerdo muy bien ese dato, para cuando estoy chateando con alguien, le pregunto la edad tan solo con el fin de hacer conversación, pues en realidad no me interesa mucho que edad tiene cada quien, ni siquiera guardo el numero de celular en la agenda del mio, en cuanto a descripciones numéricas, las únicas que me interesan son las que importan en la cama.

Tan pronto como él llegó, nos reunimos para ingresar a Internet, cada quien en un computador distinto chateando con personas de nuestro messenger y en chats, buscando quien quería unirse a la fiesta, perdón pero como dice Candace, la hermana de Phineas y Ferb, "no es una fiesta, es una reunión privada"; luego de un buen rato buscando gente, nos quedamos esperando las llamadas de confirmación de los asistentes, a los que se les daba por llamar, que muchas veces preguntaban con timidez por el evento, parecía que les daba pena hablar las cosas por su nombre. El primero en llegar al evento fue Julián; vivía bastante cerca, lo habíamos conocido por el chat, donde siempre especificábamos lo que queríamos, la hora y el sitio, él era un chico de 25 años de edad, estudiante universitario, de cara tierna, muy bonito, daba la imagen de ser un niño bueno, de los que no rompen un plato, aunque en su caso destrozaba toda la vajilla; nos quedamos hablando con él y contándole del plan que queríamos hacer para esa tarde, estaba ansioso porque llegaran los demás, supuestamente nunca antes había estado en algo así. Después de un cuarto de hora, llegó Johan que también vivía bastante cerca, de 27 años de edad, delgado y de baja estatura, con una cola bien formada, su forma de ser era muy simpática, bastante amigable, este si no se hacía pasar por inocente, mostraba la mejor energía y ganas para el asunto, por lo que ya conocíamos de él era alguien que se le media a todo, aunque también todo parecía sorprenderle, y a veces preguntaba mucho sobre lo que Jonatan y yo hacíamos cuando nos reuníamos, siempre decía que quería estar en una reunión y solo hasta ese día cumplió su palabra. El tiempo pasaba rápido escuchando música, esperando a que llegaran los demás convocados; Jonatan, siempre desesperado porque se demoraba mucho la gente en llegar, se volvía estresante porque quería llamarlos a todos para confirmar su asistencia, pero yo me le oponía, era darles importancia que no merecían, no encontraba razón para gastar minutos llamándolos, si ya se les había concretado por Internet, dándoles todos los datos necesarios, nuestros números de celular, un numero fijo, y hasta indicaciones como llegar, si se perdían podían llamar para ser orientados; "el que quiere mamar busca la verga" le decía yo, no era la primera vez que nos pasaba que le dijera a muchas personas y la gran mayoría no asistieran después de haber confirmado. Pasados no mas de 20 minutos de la hora acordada, llegó otro muchacho, un bailarín, de estatura promedio, su culo sacaba la cara por él, bueno feo no estaba, aguantaba, es decir, estaba comestible, o culiable para que sea mas entendible, pero a mi parecer no era tan bonito, como lo pensaba Johan, que había quedado idiotizado apenas lo vio, bueno a decir la verdad el puso esa cara también con Ricardo, cada quien tiene sus gustos, parecía tener buenas piernas, por la imagen que me daba su pantalón, su buso también mostraba que estaba con un buen pecho y espalda, Armando,era el nombre de este joven de 25 años de edad aproximadamente.

Yo no quería esperar mas, nadie mas había llamado para tener que esperarlo, entonces los hice seguir a la sala de juntas, o para esta situación, mi habitación; para que se acomodaran y se conocieran un poco, que hablaran y no pensaran que se les trataba como objetos, mientras yo ponía algo de música en la sala, aprovechaba que tenía bastante música pop, que era del gusto de todos los que estábamos, también aprovechaba dejándolos con Jonatan que era bastante hablador, y podía romper el hielo fácilmente, él les preguntaba sobre todo, les averiguaba un poco de la vida, o sino también les contaba de él, y de sus hazañas. Para cuando volví a la habitación ya habían cerrado las cortinas, armando un ambiente mas romántico, cada uno ya tomaba confianza, se acomodaban uno al lado del otro, mirándose las caras y esperando a que alguien hiciera algo para iniciar el evento; Jonatan como en muchas ocasiones era quien tomaba la iniciativa, en este caso lo había hecho acercándose a Ricardo para desabotonar su camisa, y luego retirarla mientras le besaba el pecho, volteando a ver a Julián, que estaba a un lado con cara de niño regañado, para quitarle también su camisa; Johan por otro lado, al ver la actitud de Jonatan, se abalanzo ante Armando para besarle y desnudarle el torso. Yo por mi parte estaba tomándome unos segundos en la entrada de la habitación, para observar toda esta escena, aprovechando que ellos no se percataban que su anfitrión estaba observándolos, a pesar de que la luz no era tanta podía ver la piel de cada uno, Ricardo algo velludo en su pecho, los demás no se veían con ningún vello en su pecho, hicieron una pausa para cada uno quitarse su propio pantalón, y la demás ropa, dejando únicamente la ropa interior, ninguno quería ser el primero en mostrar su herramienta; momento que pudieron ver donde yo estaba con toda mi ropa todavía, yo al no querer dañar el momento me deshice también de la mía, e ingresé a la habitación acercándome para tocar a mis invitados, comenzando por Ricardo, que era al que mas confianza le tenia después de Jonatan, y me gustaba como besaba, con él podía dar a los demás el otro empujón que estaban esperando para seguir quitándose la ropa, fui besando a Ricardo por detrás de la oreja, bajando al cuello, haciendo varios movimientos con mi lengua, seguí bajando con mi lengua hasta su pecho donde disfruté de un buen rato de sus tetillas duras y prominentes, hasta que me dí cuenta que se habían formado parejas, Julián se dejaba consentir por Jonatan, Armando seguía respondiendo a los besos de Johan, como esto no era algo que yo quería, a mi me interesaba deleitarme de cada uno de mis invitados, bueno por lo menos de los que no había probado antes, así que me fui para donde estaba Armando para besarle el pecho mientras que lo besaban, su pecho era bastante duro, sus pectorales estaban bien formados, verlo sin ropa estaba haciendo que me gustara mas, ya se veía mas bonito de cara, lo acaricié tocándole la espalda al igual que a Johan, no podía hacerlo a un lado, pero haciendo que se le acercara mas y lo tocara, sin ninguna pena, como lo estaban haciendo Ricardo y Julián con Jonatan, que lo lamían y besaban con mucha arrechera, Jonatan, sin mas espera, le quita el bóxer a Julián, para conocerle la verga, aunque salió decepcionado, pues este no la tenía tan grande, no era pequeña, a mi me parecía que aguantaba dejarse clavar de él, pero para lo garozo que es Jonatan esperaba algo mas, el era de los que siempre decía cuando buscábamos por chat, "queremos manes vergones, porque no nos gusta meterle mentiras al culo", pero bueno el hecho que Julián fuese tan tierno y bonito, y sobretodo que viviera cerca, nos hizo invitarlo, supuestamente Julián era activo, pero Jonatan no lo siguió viendo como tal, y ahora estaba mas concentrado en quitarle la ropa interior a Ricardo, al que ya le conocía la verga y sabía que alcanzaba a darle la talla, fue a mamársela de una vez, cosa que a Ricardo le fascinaba, Julián siguió acariciando a Jonatan, sin percatar que este ya no le prestaba tanta atención; Armando ahora estaba siendo desnudado por Johan que le quitaba su bóxer, yo a un lado intercambiaba saliva con él, no sin dejar de mirar lo que hacían todos los demás, aunque en este momento me llamaba mas la atención ver lo que colgaba en medio de las piernas de aquel bailarín, y sí que llamó la atención no solo mía sino en especial de Johan que era quien la tenia en la cara, pues nos dimos cuenta que estaba bastante dotado; él no quiso aprovechar ese momento para mamársela y se levantó para besarle, lo que me dio a mi la oportunidad de ser quien chupara esa verga, pues como digo yo, "el que primero se arrodilla, primero lo mama", esa verga se sentía deliciosa, este chico cada vez tenia cosas mas interesantes, y ahora era él quien la quitaba el bóxer a Johan.

Yo dejé de mamarla un poco para jugar con mi lengua sobre esa cabeza rosadita, lubricaba bastante, cosa que no me incomodaba, y para que los demás también la pudieran observar la verga tan grande que estaba en mis manos y labios, Johan ahora se disponía a mamarla junto conmigo, ambos le dábamos unas buenas tragadas intercambiando, una chupada él, una mamada yo; Armando se sentía contento de ser ahora el centro de atracción, pues Julián también se fue a besarle, y Jonatan que se había levantado ahora los atraía hasta la cama para que nos reuniéramos y siguiéramos como un solo grupo, Ricardo también se había levantado para acomodarse de una forma que todos pudiéramos estar mas cerca, todos intercambiamos fluidos corporales, algunos con la boca y otros con la lubricidad de las vergas mientras se mamaban, Julián se la mamaba a Jonatan, este se la mamaba a Armando, Johan ahora se la mamaba a Ricardo, el cual estaba besándome en los momentos que yo no se la mamaba a él o al que la tuviera sin mamar, los que no estaban mamando estaban besando o lamiendo, y todos acariciándonos por doquier, para mi ese momento era como haberles dicho, "mamaos los unos a los otros, como yo os e mamado".

Ya estando tan ardiente el momento me fui a buscar mi litro de crema corporal con fragancia a naranja, de la que ya había un poco menos de la mitad, la gran mayoría usada para lubricar partes especificas del cuerpo, ellos por su parte buscaron los condones, Ricardo, Julián y Armando se colocaron el condón, mientras que Johan, y yo nos disponíamos a untarnos suficiente crema en el culo, Johan para sorpresa mía se presto para ser clavado por Ricardo y no por Armando, sentándose en su verga para cabalgarlo con gran emoción; Yo le dí la oportunidad a Julián que me clavara haciendo esperar un poco a Armando, Jonatan solo estaba besando por aquí y por allá, y proporcionando la crema al que la pidiese. Cuando Julián me penetró fue bastante fácil, pero aún así su verga aunque no tan grande como las de los demás activos era bastante dura, y eso producía una fricción que me gustaba; Jonatan no quiso esperar mas, se fue arrodillando al borde de la cama, mostrando el culo a Armando para que este lo penetrara, quien lo fue haciendo rápidamente aprovechando el condón que ya tenía puesto.

Todo estaba muy rico y delicioso, todos gozando del momento, hasta que mi celular sonó, todos quedaron a la expectativa de quien me llamaba, claro sin sacar las vergas de los respectivos culos; ellos paraban oreja para escuchar de quien se trataba.

Era un chico con el que también habíamos chateado que se le hizo tarde para llegar, y no encontraba la dirección, le indiqué de nuevo como era, mientras que el chico llegaba faltaba todavía unos minutos, así que al ver que Armando ya había dejado de clavar a Jonatan le pasé otro condón, y me acomodé al borde de la cama para que me penetrara, él lo hizo en seguida aprovechando el tiempo que teniamos mientras que llegaba quien me había llamado, yo ya estaba dilatado un poco por la verga de Julian pero igual me dolió un poco al entrar la de Armando, él me dio con gran intensidad lo que hizo que se viniera bastante rapido, ya se encontraba muy arrecho segun él; por otro lado, Ricardo si le dio mucha verga a Johan, el cual estaba que no se cambiaba por nada, una buena cabalgada, luego una buena clavada en 4 lo tenian, que no se cambiaba por nadie, Jonatan luego se conformaba, con darle gusto a Julián dejándose clavar, él estaba tan ansioso por ser penetrado que le tocó conformarse, ese día no quería comerse a nadie; ya yo me estaba enfriando, y afortunadamente me volvió a llamar el chico de antes que ya estaba en la portería, así que me puse rápidamente una sudadera y una chaqueta, para salir a encontrarlo, dejando a los demás que hicieran lo que se les diera la gana mientras volvía, yo sabía que no iban a hacer mucho, todos ya estaban con la actitud de santurrones, o mas bien, actitud de lobas esperando la nueva presa.

Me encontré con Santiago, un niño de 20 años, digo un niño, porque era bajito y bastante tierno, se le notaba adolescencia en su rostro, a mí me encantó apenas lo vi, fue como cuando uno se enamora de un bizcocho en el mostrador de una pastelería, me lo quería comer enseguida, aunque me tocara compartirlo con los demás invitados; cuando llegué con él, ellos estaban esperando sin hacer nada, tan solo hablando, pero todos al momento de verlo de dieron la escaneada de rigor, él por un momento se sintió avergonzado, pero al saber que yo era el anfitrión se sintió mas confiado conmigo; Jonatan al ser el mas lanzado, se fue de una a acercarlo al grupo, pero Santiago en ese momento le dio la espalda pareciendo que no veía sus intenciones y comenzó a besarme, Jonatan no se fijó de ese rechazo y comenzó entonces a quitarle la ropa, Santiago me abría la chaqueta mientras, para desnudarme, los demás tan solo estaban besándose o acariciándose, sin dejar de vernos, ahora los voyeristas estaban siendo ellos, Jonatan que ya le había quitado la mayoría de la ropa, su piel blanca y suave, su piel llamaba mucho la atencion, sus tetillas provocaban lanzarse a ellas y chuparlas hasta el cansancio; Jonatan le estaba bajando el bóxer para mamarle la verga, pero algo lo detuvo no entendí que fue, hasta que yo me agaché para hacer lo mismo, vi algo enorme, gigantesco, lo mas grande que yo había visto en toda mi vida en cuanto a vello púbico, parecía tener una selva; con razón Jonatan se había fastidiado y no siguió, yo si me atreví a mamarle la verga, que ya se estaba poniendo dura, y mostraba su tamaño interesante, también estaba dotado de una gran verga, pero que por la cantidad de vello, nadie quería echársela a la boca, yo sacrificándome por ellos, la disfruté totalmente, no me importaba que me quedaran algunos pelos en la lengua, el chico se emocionó mucho con que se la estuviera mamando e ignoró totalmente a los demás, yo también los ignoré, no me gustó que se hicieran a un lado solo por eso, para mi ser alguien arrecho significa, hacerle a todo y disfrutarse lo que venga, sin remilgos, ni peros, ni tabús; Santiago, yendo al grano, se puso un condón, mientras que yo me acomodaba en pollo asado, me penetro al principio muy suavemente, luego con toda la ferocidad que tienen los jóvenes, me daba verga sin parar, que me olvidaba por completo de los demás, no sabía si estaban tirando también o solamente espectadores, yo estaba contento con este niño dentro de mi culo, el me daba y me daba verga, parecía no cansarse, yo solo pensaba en la canción, "hágale papito, hágale sin parar, dele como a perro que mi esposo va a llegar", ya hasta comenzaba a sudar, eso para mi era mas rico, si sudan y me hacen sudar, es porque son tan arrechos y buenos polvos como yo, luego de un rato en pollo asado, aguantándole toda la verga que quiso, nos dimos la vuelta, quedando él acostado y yo sentado en su verga, ahora era mi turno para cabalgar, disfruté mucho esa verga y a ese niño que me encantaba, tenia esa combinación que me gusta en un hombre, arrechera y ternura; al estar cabalgándolo, ya sentí ganas de venir, cuando me están clavando es la mejor posición para hacerme venir, de resto puedo durar todo lo que me aguanten y no me vengo, había encontrado alguien que me diera la talla, Santiago aguantó mucho, y en ese momento en que yo lo cabalgaba me pude venir sobre su pecho, me derramé con mucha fuerza, sin levantarme de esa verga, él también se vino; ahora si me levanté me fui a limpiarme y recoger el desorden que había, papel y condones por todos lados, aunque en eso Jonatan me ayudaba, esta vez se limito a abrir las cortinas para que entrase mejor luz, este día Johan siendo mas eficiente, fue quien me ayudó a dejar todo sin evidencia de sexo, él era mas organizado y preocupado por el orden; los demás se vistieron.

Johan nos invitó a su casa, nosotros sabiendo que ya era hora de salir de ahí, le aceptamos la invitación, y salimos todos del apartamento; Santiago me retuvo un poco porque quería comentarme algo, me dijo que se había quedado sin plata, que tenia un billete en el pantalón pero que ya no estaba, no era de mucho valor, pero era lo único que tenía; para mi obviamente eso era mentira, yo conocía a la mayoría de los que que estaban allá, y no les veía porque se iban a poner a sacarle la plata del bolsillo; lamentablemente para Santiago yo no tenía plata en ese momento, o sino le hubiese repuesto lo perdido, él era un polvo que valía la pena mantener en contacto, le dije que nos acompañara, que yo iba a hablar con ellos, él no quería pues se sentía apenado, ¿sera porque todo es una mentira y necesita plata para el bus? me pregunté, aún así les comenté a los demás, Jonatan se escandalizó pero yo les decía que no hiciéramos sentir mal al niño, que si podían le ayudaran con los pasajes de vuelta y listo asunto olvidado; la reacción de Jonatan me hizo notar que ocultaba algo, fue muy sospechoso, pero al conocerlo con mas tiempo, ya tenia una imagen de el que no era favorable, pero no quise que le dieran mas importancia al asunto, todo el momento fue bastante incomodo, ya los había detallado a todos, y si la situación de Santiago fuese cierta, el único responsable que yo veía, era Jonatan, mi compinche.

miércoles, 20 de junio de 2012

Una Pareja Explosiva

Queríamos visitar a Guillermo, un amigo que teníamos en común con Fernando, mi novio; él ya nos había invitado en el transcurso de la semana para que fueramos ese domingo a ver peliculas en su casa; nosotros estabamos algo aburridos y pues le llamamos para confirmarle que ya saliamos para allá; llegamos sin demora, y nos pusimos primero a hacer visita de té en la sala, a mi no me gustaba mucho eso pero se lo aguantaba, fué una persona muy decente cuando tuvimos nuestro tiempo de intentar tener algo, a pesar de doblarme la edad, yo lo veía como una persona que también merecía una oportunidad y que a esos años ya iba a tomar las cosas en serio; pero muchas de sus actitudes me disgustaban que provocó que yo me alejara; gracias a él yo había conocido a Fernando que era un hombre de ya casi 40 años, aunque se veía bastante joven, era delgado y muy blanco, también muy tierno conmigo, eso me había gustado desde el momento que comencé a trabajar para él, era algo que me tenía encantado;Fernando lo conocía desde hace varios años, habían compartido en una iglesia cristiana para gays, bueno eso era lo que me decían, pocas personas asistían pero todos incluyendo al pastor eran gays; siempre me dio curiosidad, pero no le prestaba mucha atención a eso, yo asistía a mi iglesia y estaba cómodo. Guillermo nos dijo que estaba esperando a un amigo que también había invitado al mismo plan; yo no me imaginaba que tipo de muchacho seria, pues los planes de películas de él no eran muy buenos, siempre eran películas de temática gay o cine arte; pero si de cine se trata mis gustos van por otro lado, con mas acción, suspenso, fantasía, y también algo de historias de amor; sin decir que ese tipo de cine que íbamos a ver sea malo, pero a mi no me llamaba mucho la atención, yo estaba desparchado ese día y quería compartir con Fernando que también andaba sin nada que hacer. Subimos a la alcoba en el segundo piso de la casa, y nos quedamos mirando lo que había en la televisión mientras que llegaba el amigo; para nosotros era evidente que se trataba de un un amigo con beneficios, la curiosidad por el chico nos tenia ansiosos, pues con Fernando compartíamos mucho el gusto de mirar a los hombres y ver que interesante tenían, cuando íbamos por la calle, si él o yo mirábamos a alguien que estuviera comestible le decía inmediatamente al otro en palabras clave, como "morado a las 3" o "buen trasero a las 10". Para cuando llegó el chico nosotros estábamos echados en la cama de Guillermo, mirando televisión con él a un extremo, Fernando en la mitad y yo al otro extremo; Guillermo bajó a abrir la puerta; subió primero Camilo, desde la puerta nos saludó, quitándose los zapatos a la entrada de la habitación, para quedar en igual condiciones que nosotros; con Fernando aprovechamos para darle el escaneo que acostumbrábamos; joven de 21 años, blanco de piel, muy buenas piernas, un culo enorme y apretado dentro de un jean demasiado ajustado, para nosotros era evidente que su rol sería de pasivo; Guillermo entró después de él con unas meriendas para disfrutar mejor de la película, sin darse cuenta de las miradas que nos hacíamos con Fernando, o como les decíamos nosotros, "los cambios de luces", colocó una película que no logró recordar el nombre, solo que trataba de unas familias italianas que sus hijos habían resultado gays y no lo aceptaban; Camilo se acomodó en medio de las piernas de Guillermo, quedando mas cerca de Fernando; luego en el transcurso de la película estiraba mas las piernas para alcanzar a tocar las mías, cosa que a mi no me incomodaba. Al acabarse la película, todos nos estiramos como desperezándonos, aunque en realidad eran movimiento fríamente calculados para tocar a los otros; yo me sentía un poco incomodo haciendo eso en la casa de un amigo, aunque este ya haya tenido cuento con nosotros, pero aún así comencé a besar a Fernando, me siguió besando también sin dar importancia a lo que ellos pudieran pensar; Guillermo queriendo ver otra película de temática gay se levantó a alcanzarnos las opciones para que nosotros decidiéramos cual, Camilo queriendo que el momento pasara a otro punto, propuso que como estábamos reunidos entre amigos porque no poner una película con mas acción, sin salir de la temática gay, entonces nos mostraron las opciones de películas porno que tenían; nosotros escogimos una rápidamente sin ponernos a mirar mucho si eran buenas o no. Comenzó la película porno, y pues todos ya nos estábamos excitando, yo podía aprovechar de tener mi novio a mi lado y que él quisiera lo mismo que yo, podíamos acariciarnos y besarnos sin importar quien se antojara, Yo besé a Fernando de tal forma que pudiese ver como los otros dos miraban, seguramente preguntándose si hacían lo mismo o nos dejaban solos, Guillermo que en ciertos momentos era algo pudoroso, dudó bastante en tomar una decisión, pero Camilo queriendo entrar en la situación lo comenzó a besar para distraerlo mientras tocaba a Fernando con las piernas; yo dándome cuenta de esta situación con mi con una mano abracé a mi novio y con la otra, le acaricié la espalda a Guillermo, Fernando no se quedaba atrás, pues también estaba jugando con las piernas de Camilo y acercándose mas a la otra pareja; me subí mi buzo dándole aviso a Fernando que me podía besar en el pecho, él lo hizo como a mi me gustaba tanto, lo que fue como prender una hoguera todos comenzamos a sentir mas calor del que teníamos y la ropa nos estaba sobrando, yo me dirigí hasta donde Camilo para ayudarle con el pantalón, mientras que mi novio se encargaba de descubrir su torso, Guillermo nos miraba extasiado de lo descomplicados que eramos, parecía no reconocernos, cuando lo vi de esa forma, algo apartado del momento, lo tomé de la mano para que viniera a besarme, mientras que dejaba que Fernando se encargara de lo mismo con Camilo, yo aprovechaba que a Guillermo le gustaba mucho, aunque su forma de besar era simple, bastante anticuada y pudorosa para mi gusto, lo besé haciéndole sentir como se debe besar cuando se esta arrecho, fernando hacía que camilo me alcanzara a ver para que también se provocara, aunque Fernando besaba muy rico también, los cuatro acariciándonos, ya sin nada mas que la ropa interior, el boxer de Camilo al igual que se pantalón se veía super apretado, con tremendo culo que tenía, Guillermo usaba algo mas clásico y corto, él tenía buen cuerpo, a pesar de su edad se había cuidado bien, claro algunas arrugas y la textura de la piel no se pueden disimular por mas que se quiera combatir la edad; Fernando fue el primero en quitarse el boxer, él era el vergon del grupo, estaba bastante dotado, y además versátil, la verga de Guillermo era algo pequeña y estaba circuncidada, no me incomodaba pero se veía extraña, la de Camilo no era tan pequeña, el niño a pesar de lo pasivo que era tenia una verga apetecible. con Fernando cargábamos condones, por si algo se presentaba fuera de la casa, y los sacamos mientras que Guillermo alistaba una crema para que Camilo y yo nos fuéramos aplicando, Fernando se lubricó para penetrar a Camilo mientras que Guillermo se lubricaba para hacer lo propio conmigo; eso no era algo que me excitara mucho, a mi no me gustaba como tiraba pero no lo iba a dejar a un lado, Camilo estaba emocionado por ser penetrado por Fernando, al principio se quejaba supuestamente de dolor, haciéndonos creer que era estrechito, por la cara de Fernando eso había entrado mas fácil que la verga pequeña de Guillermo en mi culo, él lo penetro un momento, dándole duro como aquel joven pedía, mientras que a mi Guillermo me hacía suave, haciendo su mejor esfuerzo por no decepcionarme, cosa que no le fue difícil pues no era muy bueno, Fernando al ver que yo quería mas, me dijo que si quería hacer un trensito, enganchándome a su culo, para mi eso era lo que estaba esperando para safarme de Guillermo y sus pendejadas a la antigua, yo boca abajo sin hacer nada y él supuestamente dándome placer; me levanté buscando un condón para ponerme, no tardé mucho, Fernando estaba esperandome, con Camilo arrodillado y ensartado en su verga, me posicioné detrás de él, lubricandolo bien, lo penetré poco a poco, él siempre me recibía bastante dilatado, ya con Fernando como intermediario de placer entre Camilo y yo, él se movía intensivamente, dandonos placer, a camilo con la verga y a mi con el culo, Guillermo me miraba con intenciones de unirse tambien al tren, pero le dije que no, que seria muy incomodo que los cuatro lo hiciéramos de esa forma, yo pensaba mas en que a él le quedaría mas difícil estar enganchado y dañaría la marcha, seguimos así un rato, mientras que yo penetraba a Fernando podía ayudar a abrir el culo de camilo para que se disfrutara totalmente la verga de mi novio, yo no me sentía tan cómodo con Guillermo sin hacer mucho, además en su cama, entonces saqué mi verga del culo de Fernando, y me acosté al lado de Camilo que ahora también se acomodaba para ser comido en pollo asado, lo que me dio oportunidad de mamarselo un momento mientras que me masturbaba; Fernando siguió dándole verga un poco mas, y luego se quitó el condón para masturbarnos los cuatro al tiempo y derramarnos, Guillermo fue el primero que se vino sobre Camilo, seguido de Fernando, Camilo y yo nos vinimos casi al tiempo, dejando su torso lleno de cuatro leches distintas. Nos limpiamos enseguida, Camilo prefirió darse una ducha, mientras que preparábamos algo de cenar, ya era tarde, y como de costumbre los domingos había poco trafico para devolvernos a la casa, en la casa había una habitación para huéspedes, en la que le pedimos a Guillermo que nos dejase quedar, gracias a la amistad que tenía con Fernando él accedió a dejarnos esa noche, con Camilo no había problema pues ya tenían planeado que él se quedaría a dormir esa noche, terminamos de cenar y nos acomodamos, Guillermo y Camilo en la habitación principal y nosotros dos en la de huéspedes. Comenzamos a charlar con Fernando sobre Camilo y de la impresión que ambos tuvimos cuando él había llegado, el culo tan rico que tenia, lo pasivo que es. Nos daba pesar dejarlo solo con Guillermo esa noche, en la otra alcoba no tardaron también a charlar de aquella tarde, se escuchaban algunos reclamos de Guillermo hacia él; no demoró en cambiarse de habitación, Camilo llegó cansado de todos los reclamos que le habían hecho, quería despejarse un poco, para nosotros esa no era la única razón del cambio de habitación, quería buscar excusas para visitarnos, sabíamos que él quería, tanto como nosotros, continuar la faena; lo recibimos con amabilidad, invitándolo a nuestro lecho, por esa noche, le dijimos que se acomodara y descansara un poco mientras que Fernando iba a hablar con Guillermo, para hacerle comprender que no era conveniente su actitud de intenso, si ellos no tenían nada serio no le podía reclamar por haber hecho todo eso, que él mismo había propiciado y no podía estar quejándose ahora. Yo me quedé hablando con Camilo de nuestra amistad con Guillermo, pero también de lo que me había gustado de el cuando lo vi; a él le habían gustado mucho mis ojos y mi cara, a mi me gustaba su culo, era un gusto mutuo, definitivamente. Se me acercó poco a poco buscando calentarse, y claro calentarme, algo que no iba a poder conseguir, ya era difícil calentarme mas de lo que estaba, así que me lancé y lo besé, le encantó como lo besaba, se estremecía como pidiendo ser besado por todas partes, yo sin intenciones de besarlo, hice lo que quise, lamerlo, chuparlo, morderlo; aprovechando que ahora lo podía acariciar a mi antojo, así que le quité la pijama y ese boxer, que se había puesto para dormir, para poder cogerle esas nalgas y pellizcarselas. no me importaba escuchar que Fernando se despedía de Guillermo y regresaba al cuarto, sin voltear a verlo seguí en mi asunto morboseando por todas partes a Camilo. Fernando entró y como buen novio, respetó mi espacio y no me interrumpió, al contrario fue a buscar los condones para unirse a nosotros, se fue desnudando mientras me ayudaba a mi a quitarme la poca ropa que me quedaba, mientras que yo con mis dedos índice y del medio penetraba el culo joven de Camilo, culo que apretaba y abría para darme a entender que le fascinaba tener algo dentro; ya cuando Fernando se deshizo de la ropa, subió hasta la cara del chico, para ponerle a mamar su gran verga, yo seguía deleitándolo con mis dedos y también abriéndolo mas de piernas para chuparme y lamerme ese culo que cada vez se dilataba mas, me di gusto dando lengua a quien aspiraba con su boca la verga de mi novio; le pedí a Fernando que se colocara un condón para penetrarlo, mientras que yo lo acomodaba acostado con la boca en mi verga y el culo bien levantado para ser consumido, podía ver bien como esa verga entraba en ese culo bien dilatado, lo que hacia que me succionaran con mas fuerza mi verga, este chico me miraba pidiendo que también lo penetrara, yo tan solo le cogía de los hombros y le hacia tragar mas mi verga, Fernando luego de un rato me dijo, "ven, ahora si dale tu", pasandome un condón fue sacando su verga de este culo, Camilo sediento de mas, seguía acomodado con el culo bien levantado esperando a que yo lo penetrara, me coloqué el condón mientras veía la dilatación, lo cogí de las caderas y lo levanté mas, para que su posición fuese en cuatro, lo penetré de un solo movimiento, ya después de la verga de mi novio no podría haber estrechez alguna para sentir piedad al momento de meterla, sin soltarlo de la cadera seguí dándole verga sin parar, ahora ya él se movía un poco mas, demostrándome que también le gustaba impartir sus movimientos a la hora de comerse una verga, sin querer dejar que el tomara el dominio de la situación lo agarré mas duro y lo detuve, para que se dejase llevar a mi ritmo, seguí dándole verga mas duro, haciéndosela sentir con todas mis fuerzas, ya me estaba haciendo sudar, yo no quería parar, el culo estaba tan rico como lo había visto, no dejé descansar a Camilo ni un instante, le daba con todas mis fuerzas, haciendo sonar esas nalgas cada vez que las golpeaba, lo que hacia que Fernando me ayudara dándome aliento por medio de sus besos, y sus caricias; le hice señas a él que ya me iba a venir, pues estaba esperándome para venirse conmigo, se masturbó enseguida, mientras que yo apretaba las nalgas de Camilo al momento de venirme dentro, saqué mi verga enseguida, para acostar boca arriba al joven y ayudarlo a masturbar y así poderse venir junto con mi novio, los tres terminamos mamados literalmente, no hay mejor forma de dormir como un bebé que tirar como un hombre. nos acostamos a dormir los tres en esa habitación dejando a nuestro jovensito en la mitad de los dos, para poder consentirlo a cualquier momento de la noche; nos despertamos muy temprano nos arreglamos y salimos para dejar a Guillermo solo con sus amarguras.

domingo, 17 de junio de 2012

Servicio puerta a puerta

Pronto llegarían visitas a la casa y la alacena estaba vacía, tenía que ir a hacer un buen mercado, comprar lo suficiente para la semana que ellos estarían de huéspedes; llegué hasta la plaza, comencé a comprar como adolescente estrenando tarjeta de crédito; quería mucha fruta, bastantes verduras; la idea era dar la mejor impresión ante la familia de mi novio. Cuando terminé de comprar y organicé las compras, pude ver que yo no podría cargar con todo el mercado, me resultaba muy pesado; afortunadamente para mi, cerca estaba un muchacho, era el encargado de recibir el mercado de los camiones; lo había visto ya varias veces, le hablaba en ocasiones, él siempre era muy amable, aunque me disgustaba los piropos que le hacía a algunas muchachas de la plaza. Se ofreció a ayudarme a llevar el mercado hasta la casa, su turno de trabajo ya había acabado, no me negué, era algo que necesitaba. Llegamos a la casa, le ofrecí una cerveza en lata, era lo único que tenía en la nevera; él se quedó en la sala un momento tomándosela, ya me había contado que vivía con su novia en una habitación arrendada; ahora, me hablaba de los planes que tenía con ella, mientras se miraba en el espejo una herida que se habia hecho en la espalda, me describió que se le resbaló  una caja  cuando la bajaba del camión, pero que tan solo fue un rasguño, que él se quitó a tiempo antes que le cayera en un pie. Con la camisa medio levantada, pude verle lo bien trabajado que tenia su abdomen; pero disimulando lo suficiente para que él no notara que yo lo estaba escaneando con la mirada, al igual que tantas veces en la plaza cuando cruzaba cargando cajas o bultos, con su camisa humedecida del sudor y su ropa que siempre andaba sucia, con manchas de cualquier tipo. Le dije que se tenia que limpiar esa herida para que no se le infectara, al principio se negaba, decía que eso le pasaba seguido, pero yo insistí ofreciéndome a limpiarle, busqué rápido el botiquín, cuando llegué con el, ya se había quitado la camisa; me detuve un momento al verlo así, sus músculos resaltaban entre la suciedad y algunas de sus marcas de trabajo que tenia en su  espalda; apenas recuperé el aliento me acerqué para limpiarle la herida. Él no dejaba de mirarse al espejo, a mi no me incomodaba, pues de vez en cuando subía sus brazos para mirarse como se le marcaban los bicepts, de reojo por medio del espejo también yo estaba aprovechando para mirar su pecho y cada gesto que hacia al ver que estaba haciendo un buen trabajo con su cuerpo; yo lo miraba con cierta envidia de su novia, él me gustaba, pero pensar que tuviese una novia me indicaba que no tendría oportunidad, cuando me preguntó con quien vivía y quien era el muchacho con quien yo a veces iba a la plaza, le dije que era un compañero de universidad; tuve toda la intención de decirle la verdad, que ese muchacho era mi novio y que en ese momento tenia unas ganas de serle infiel y se me estaban saliendo de control; preferí cambiar de tema y ofrecerle otra cerveza, ya me estaba gustando hablar con él, a pesar de estar hablandome de su novia y de lo rico que es tener sexo con las viejas, y cuanto les gustaba a ellas sus brazos gruesos que las pudieran cargar; mas me invadía la envidia hacia ella. Mario, así se llamaba; tenia una manía que nunca he entendido de los hombres hetero, se mandaba la mano a la entrepierna se lo levantaba o no sé que se hacía, sigo sin encontrarle sentido a esa costumbre; pero bueno, esta mania me estaba arrechando y llenando de mas envidia, imaginarme que todo eso lo estaba aprovechando ella y yo no podia darle la probada, a ese hombre tan rudimentario, lleno de sudor y de suciedad; él ya se había percatado que yo lo miraba cada vez que se llevaba la mano, y comenzó a mirarme con una sonrisa bastante picara, me sentí al descubierto, me puse nervioso entonces me tomé un momento para ir al baño, cuando me estaba enjuagando las manos, él llegó también al baño para orinar, yo no me incomodé al contrario, eso me dio la oportunidad de verle la verga, era gruesa, estaba bien dotado, pero yo ahora no podía disimular que lo que estaba viendo me gustaba mucho, él al acabar de orinar voltió hacia mi, mientras que guardaba su verga dentro del pantalón; que ordinario, pensé yo, pero la verdad estaba encantado con ese movimiento, quedé muy ansioso y arrecho, se me notaba en la cara que había quedado extasiado con esa escena. Volví a la sala rápidamente para desviar un poco los pensamientos, pero él volvió detrás mio, "siempre he querido comerme ese culo", me dijo al pararse detrás mio; pasé saliva y me arriesgué de tal forma que él lo había hecho, "¿y que esperas?" le pregunté, me quité la ropa sin voltear a verlo, no tenia necesidad ya que el espejo me daba un buen angulo de visión para ver lo que haría; sin dejar de ver mi culo se bajó el pantalón, se deshizo de sus zapatillas, quedando solo en interiores, por un momento se detuvo a acariciar mis nalgas o mejor dicho a jugar con ellas, las separaba y cerraba; le pasé un condón que saqué de mi billetera, "dale, no perdamos tiempo, ya es tarde y es mejor que nos demos prisa"; yo estaba afanado porque podría llegar mi novio o sus familiares y yo no había organizado el mercado, ni mucho menos la cena para la noche; sin demora se colocó el condón mientras que yo me acomodaba en cuatro sobre la alfombra, escupí un poco de saliva en mi mano para lubricar mi sediento trasero, él también me ayudó con su saliva, me penetró suavemente, como quien disfruta al comer el postre del que estaba antojado; movía sus caderas de forma circular y lenta, luego de saborear mi culo por dentro ya se sintió con la suficiente arrechera para penetrarme mas duro, me dio bastante duro, mientras que me daba algunas nalgadas; mis rodillas sobre la alfombra comenzaron a incomodarse pero me tenía bastante excitado que no me importó para nada, era algo que yo deseaba cada vez que lo veía en la plaza de mercado; ahora era su sudor el que corria por su pecho y se penetraba en mi espalda; luego de intensa penetración se vino dentro de mí gritando y haciendo gestos,  preferí no darle importancia a eso para que no me dañara el momento, él sacó su verga y así yo me pude incorporar y recostarme en un sillón para acabarme de masturbar y venirme sobre mi pecho, me vine como loco, estaba muy arrecho, mi semen me alcanzo a caer en la cara, lo cual no me disgustaba para nada; Mario me se vistió rápido, "es mejor que me vaya ya, llegaré tarde a la casa, yo vivo lejos" me dijo para despedirse, yo le dí un beso en la mejilla, no me atrevía a besarle en la boca hasta que el no lo hiciera, también le sentía algo de culpa por lo que hizo pero no quise hablarle del tema, lo dejé ir sin comentar nada mas de lo sucedido, abrí la puerta de la casa, tapando mi desnudez con la puerta simplemente, luego fui a ducharme para comenzar a organizar el mercado y la comida. 

jueves, 14 de junio de 2012

Pollito asado

Para el 14 de febrero era el cumpleaños de su prima, pero también el de su mas reciente novio; mi novio quería celebrarles organizando una reunion en la casa, a mi me dijo que no podia ir porque no quería que yo le dañara el día a su ex, pues no superaba todavía que ellos ya no eran novios, le disgustaba mucho mi presencia, y siempre que me veía le armaba escándalo a Wilson, pues trabajaban juntos; Yo hacía lo posible por no encontrarme con él, a mi me daba algo de miedo, era un grandote de 35 años y yo estaba por cumplir 21, era tan solo una niño que llevaba unos meses en la ciudad y estaba conociendo hasta ahora el mundo gay; Wilson era mi primer novio y pues aunque nosotros llevabamos 4 meses, yo me había dedicado totalmente a él, pero él prefirió ese dia darle mas importancia a su ex que a mi, cosa que obviamente me disgustó, pues ese sábado no iba a poder estar con mi novio; como lo tenía planeado después de mi reunión de la iglesia en el campín; yo quedé tan aburrido que pensé que mi plan de tener sexo esa noche no se iba a echar para atrás, como dicen algunos, "en esta casa se tiene sexo estés o no"; entonces cuando iba camino para la reunión de la iglesia, aproveché el tiempo que tenia de sobra para que esta comenzara y entré a Internet un momento, ya en el poco tiempo de conocer este mundo gay pude conocer por cuales paginas podía encontrar sexo; navegué un momento en ellas, chateaba buscando una opción que me interesara, que compensara lo que yo tenia planeado para ese día o fuese mejor. Decir en un chat que uno es un pollo de 20 años llama mucho la atención, las propuestas llegaban por montones, muchos estaban lejos de donde yo me encontraba, pero alguien me habló le expliqué donde estaba que yo quería algo cerca entonces me dijo que estaba a unas cuantas calles de mi ubicación, me dio mucha confianza hablar con él, me dijo que no estaba solo, que estaba con su novio; ellos querían un trío, yo nunca había hecho uno pero la idea me gustaba desde hace rato; ese fue el momento que necesité para decidir donde disfrutaría lo que no podía con Wilson.  Llegué a los 20 minutos donde ellos vivían, un apartamento enorme, tenían una perrita french poodle muy bonita ella, bastante consentida; entré y me puse a hacer visita con Marcos, él era con quien había estado chateando, muy amablemente me invitó un café mientras que Arturo se reunía con nosotros; Marcos era de la costa, mas o menos de mi estatura, pero un poco mas acuerpado, se le notaba que era vanidoso, su cara reflejaba mucha dedicación y amor por la belleza, luego me contó que era un artista, me llevó hasta la sala donde tenia algunos cuadros pintados por él, eran bellisimos; yo estaba fascinado con él, ambos piscis, con muchas cosas en común; al rato llegó Arturo, estaba organizando unos papeles en su estudio, él era muy interesante, me abordo enseguida con preguntas sobre mi vida, sentí que él era la cara opuesta de Marcos, me sorprendió lo bien que se llevaban y las cosas que compartían; al cabo de un rato de charla me invitaron a la alcoba, una cama grande apenas para que tres personas durmieran cómodamente,  Marcos se acostó mientras que Arturo cerraba la puerta, yo entré bastante inseguro, nunca había estado con dos hombres al mismo tiempo, todavía podía contar con los dedos de la mano la cantidad de hombres con los que había tenido sexo; estaba nervioso no sabía si podría hacerlo, pero la curiosidad y las ganas de experimentar me impulsaron a seguir hasta la cama donde Marcos empezó a besarme de una forma muy tierna para calmar mis nervios, me gustaba mucho su boca suave y apasionada, como buen piscis sabía del arte de besar; Arturo se acercó después de acomodar a la perrita a los pies de la cama, me besaba también pero su estilo era mas rudo e intenso, luego Marcos me separó un poco para quitarme la ropa mientras que yo se la quitaba a Arturo, Sobre su hombro podía ver como la perrita nos miraba como diciendo que le está haciendo a mi papá;  me incomodé un poco pero pensé que esa no era la primera vez que ella presenciaba algo así, ni tampoco la última; me dí vuelta para quitarle la ropa a Marcos, ya cuando lo había tan solo en boxer, me llevé una gran impresión y verdaderamente fue una muy grande impresión, su boxer marcaba una verga gigantesca, me comencé a asustar solo de pensar que era todo eso que veía por medio de esa prenda,  Arturo me tomó hacía él para distraerme del tamaño de lo que había visto, él me acostó abriendo mis piernas para darme lengua en el culo; Marcos se levantaba sobre mi, ahora ya descubriendo su verga sobre mi cabeza, era tener sobre mi algo que pensaba solo podría ver en las películas porno, él era costeño y pues de ellos siempre había escuchado que estaban muy dotados y pues él fue un claro ejemplo no pensé jamas que este hombre algo delicado y vanidoso escondiera tremendo pedazo de carne entre sus pantalones, sorpresa que tomé en mi boca, no podía dejar pasar la oportunidad de saborear, de lamer, de chupar, de mamar completamente, pues aunque sintiera que no podría tragarla toda, mi boca se preparó para poder degustarla completamente, fue un gran reto darle una buena mamada y disfrutarme esa verga en mi boca tanto como él disfrutaba que yo le hiciera sexo oral. Arturo se levanto un momento lo que me dio la oportunidad para descansar y quitarle a él su boxer, quería conocer lo otro que tendría esa noche, afortunadamente para mi, su verga no era tan grande, en comparación con la de su novio esta era pequeña, la comencé a mamar también, bastante dura, con ella me sentí mas seguro, sabía que seria mas fácil al momento de la penetración; Marcos entonces me ayudó a ponerme en cuatro, presentí que ya seria el momento de sentir esas vergas dentro mio, así que me incorporé para decirles "por favor, la de Arturo primero", pensé que si me penetraba una mas pequeña antes, me dilataría lo suficiente para poder ser penetrado por la de Marcos. Arturo se colocó el condón mientras que que Marcos me aplicaba lubricante suficiente, me comenzó a penetrar lentamente, su verga entró fácil, creí que sería algo sencillo aguantar que él me penetrara un poco mientras, pero Arturo me sorprendió al volverse un taladro mecánico, me daba sin parar, estaba como loco, le aguanté todo lo que quiso, demostrando que si le podría dar la talla; ahora Marcos se estaba preparando para su turno poniéndose el condón y acostándose para que yo me sentara en su verga, así que Arturo tomó un descanso para  que yo pudiese ir a acomodarme sentado en aquel trono o mejor dicho en el cetro, sentí que ya era el momento de probarme de verdad, de sentir hasta donde era capaz, ya había tenido mi prueba de resistencia, ahora sería mi prueba de capacidad; aunque asustado por el tamaño también estaba anhelando tenerla dentro desde hace rato, me fui sentando poco a poco en ella, al principio sentí un dolor que creí rendirme y me levanté un poco, para descansar y tomar nuevas fuerzas; Arturo consiente de mi experiencia me ayudaba aconsejándome que lo hiciera despacio, que después seria mejor, Marcos no me apresuraba, me consentía lo suficiente ya que tenia muchas ganas de probar mi culo; recobré fuerzas para hacer el intento definitivo, me senté nuevamente poco a poco, tratando de olvidar un poco el dolor que me producía, pero que también me resultaba adictivo, no iba parar quería seguir teniéndola adentro; comencé a cabalgar lentamente entrando en confianza, Marcos sintió que yo estaba mas relajado así que pudo moverse mejor, volvía a sentir ese dolor que me resultaba tan placentero; pedí que me diera mas duro, entonces Marcos se levantó sosteniendome para acostarme, abriendo mis piernas para poder tener el control de la situación, ahora si me daba mas duro, yo tan solo me agarraba de las cobijas intentando soportar lo que tenía adentro sin decir nunca que parara; él se vino pronto, sacó su verga de mí, pero Arturo todavía no lo había hecho y ambos presentíamos que aguantábamos para mas, sin moverme de la posición de pollo asado en la que estaba siguió penetrándome, otro buen rato como perro desahogándose  con un muñeco; al rato se vino, yo no tuve fuerzas para venirme, les pedí que me dejasen descansar mejor y que me dejaran tomar aire y agüita, mientras me trajeron un vaso con agua, me consintieron y me preguntaron que si me quedaba esa noche, yo les conté el plan que tenía para ese sábado y porque me tocó cambiarlo, me apoyaron en mi desquite con mi novio por hacerme a un lado mientras compartía con su ex; llamaron para pedir comida a domicilio, el pollo asado llego el rato el cual compartimos con la perrita que ahora también estaba en la cama compartiendo con nosotros, luego llegaron dos muchachos que vivían en una habitación que les tenían arrendada, uno diciendo muy irónicamente, "les iba a traer comida pero veo que ya comieron pollo"; esa noche me quedé allá, el domingo volví a mi casa para cambiarme y salir a cine con mi novio y comer arroz chino con pollo asado como si nada hubiese sucedido la noche anterior.

martes, 12 de junio de 2012

Hombre de acero

Ya era tarde de la noche, estaba cansado, ese día nos habían sacado la mierda en el ejercito, nos tuvieron
volteando demasiado; pero aún así me sentía arrecho, con el calor tan bestial que hacía en el batallón me sentía peor y rodeado por tantos lanzas que estaban con mejor cuerpo del que ya tenían antes de ingresar a prestar servicio militar, todos ellos de 18 años, de 20 años por mucho; estábamos acostados en los camarotes del alojamiento, pero cono lo inquieto que me sentía salí sin que se dieran cuenta para ir hasta las duchas, quería una ducha de agua fría que me calmara un poco; cuando llegué a las duchas escuché que alguien mas se estaba bañando, para sorpresa mía se trataba del suboficial encargado, pensé enseguida en devolverme, pero la tentación de verlo a él en la ducha era grande; él era el ejemplo de nosotros los reclutas, como nos decían; pues era como de 2 metros de alto, bastante fornido, su voz producía respeto y cuando nos ponía a voltear como ese día, teníamos que aguantar tanto como él, claro muchos no podíamos seguirle el paso, pero siempre era un aliciente que él nos demostrara que no nos pedía ningún ejercicio o marcha que él no pudiera hacer, y para mi me motivaba ver su culo cada vez que hacíamos flexiones de pecho, ya que se podía notar esa gran curva que se producía con sus nalgas; o al verlo hacer flexiones de pierna, verle marcarse esos muslos; ahora estaba mi oportunidad de apreciarlo sin ese uniforme ajustado, que le marcaba esa espalda ancha y esos brazos que parecían romper la tela de las mangas, esas botas que hacia sonar cada vez que se ponía firme, y esa boina que le daba tanta presencia y autoridad; entré a las duchas despacio para no hacer ruido y procurar que él no me viera, conté con la suerte estas duchas no poseían puertas así podría asomarme lentamente sin que me notara; allí estaba él de frente hacia mi, enjabonándose la cara mientras que el agua caía sobre su espalda; me hice para atrás un poco, pensé que me habría visto, pero afortunadamente tenia los ojos cerrados protegiéndolos del jabón, pude observar lo que yo quería, su verga colgando, se veía larga a pesar de estar dormida; luego el se dio la vuelta para enjuagarse la cara, de esta forma pude apreciar su espalda ancha y bien tonificada; de pronto me llevo el susto de mi vida cuando me dice con esa voz de mando, "acérquese soldado"; no tenia mas opción había sido descubierto, me acerqué como me ordenó, yo no podía ocultar que lo que veía me gustaba pues aunque estaba nervioso por haber sido descubierto, mi toalla se había levantado mostrando lo excitado que yo estaba; me tomó de los hombros, me acercó y me inclinó, ahora estaba frente a su verga que se comenzaba a levantar invitándome a que la chupara, él ahora tomándome de la cabeza me la acercó mas aún, cosa que yo aproveche para comenzar a lamerla, estaba deliciosa, y dura, se sentía que ese órgano también era muy bien ejercitado; yo aproveché para tomarlo de las piernas, también  igual de fuertes, luego subí mis manos a su cola, quería desde hace rato comprobar si la tenia tan fuerte como todos sus músculos; se hacia llamar entre sus lanzas el hombre de acero, efectivamente lo era, hasta su verga parecía un órgano totalmente de acero; luego de un momento de disfrutarla él me levantó y me puso contra la pared, agachándome lo suficiente como para dejar mi culo en una posición indicada, el agua caía sobre mi mojando toda mi espalda y deslizándose por mis nalgas,  él comenzó a golpearlas con su verga, parecía como dandome latigazos, seguido de unas nalgadas; luego ya se preparaba para meterme la verga, así que me inclinó un poco mas, yo estaba dilatado desde que lo vi en la ducha, así que esa verga entró sin piedad, llenandome de placer, sus movimientos eran tan fuertes que me tocaba sostenerme de la llave del agua, me penetró un bastante rato cogiéndome de la cintura, para que yo no me moviera mas de la cuenta cada vez que el golpeaba sus muslos contra mis nalgas enterrándome tremenda verga, yo sentía que me lanzaba contra el baldosín que cubría la pared de las duchas cada vez que me atravesaba como buen lancero; luego me retiró de un solo movimiento y me postró de nuevo ante su verga, que ahora bombeaba hacia mi cara todo su semen, sentí como su leche golpeaba mi rostro por la fuerza con la que salía; apenas terminó su orgasmo se dio media vuelta, tomó su toalla y salió de las duchas, yo me quedé masturbándome para venirme y desahogarme mientras que tenia ese semen tan anhelado en mi cara, me vine intensamente chorreando la pared de la ducha que estaba frente a mi; me quedé un momento lavándome para volver rápidamente al alojamiento.

sábado, 9 de junio de 2012

Hipocresía

Ese jueves en la noche, se había acostado a dormir, estaba muy cansado; yo sentía algo dentro de mi que me decía que las cosas no estaban bien, como dejó uno de sus celulares sobre el closset, algo raro pues rara vez los dejaba a mi alcance, siempre me molestó eso, pues aunque no buscaba revisarlos él estaba muy cuidadoso que yo llegara y lo hiciera. Algo desde hace días ya me estaba pareciendo extraño en él, entonces esperé un buen rato a que su sueño fuese profundo, tomé el celular para revisarlo; como sabia que le gustaba tomar muchas fotos, la carpeta de imágenes fue la primera que busqué; las estaba viendo una por una, cuando me llevé la sorpresa que las fotos mías ya no estaban, pensé inmediatamente que ya las habías pasado a la memoria USB para liberar espacio en el celular; comencé a ver unas fotos de un pueblo cerca, al que habíamos ido unas semanas atrás, y visitamos en un parque arqueológico de allá; pero estas fotos no eran las mismas que te habías tomado conmigo, ahora estaba con otras personas y en especial con un muchachito morenito; seguí mirando todas las fotos, tenia muchas con él y las demás personas. así que decidí revisar los mensajes en el celular, había uno en que había escrito "espero verte mañana, amor"; cuando lo leí sentí que me llenaba de ira, me contuve, pues quería saber mas y tener mas detalles; leí luego otro mensaje, le escribía " amor voy con una boina y una maleta roja, te llamo cuando esté llegando"; recordé que así había salido vestido de la casa el domingo anterior cuando me dijo que le tocaba ir a trabajar; yo no le presté atención aunque se me hizo muy extraño. Ya las cosas estaban mas claras para mi, tomé el numero de Fernando, el muchachito al que le había enviado  los mensajes; lo guardé en mi celular, y me acosté a dormir pensando como haría al siguiente día para pedirle que se fuera de mi casa, sin armar un escándalo ni nada, tan solo no podía tener bajo mi techo a alguien que que no me daba el respeto que me merecía.
Viernes en la madrugada, se despertó para ir a trabajar, también me despertó como de costumbre; enseguida me acordé de los mensajes al tal Fernando, no tomé ninguna reacción en ese momento, le dejé organizarse mientras que yo le preparaba unos huevos revueltos, a los que me hubiese encantado sazonarlos con veneno para ratas, bueno en este caso para una rata bastante grandesita y de dos patas; pero no, se los hice bien ricos, luego lo acompañé hasta la parada del autobús despidiéndolo de beso como solía hacerlo; me regresé a mi casa a dormir un rato mas, no quería seguir pensando en algo que no valia la pena, yo queria dormir un rato para así estar fresco y pensar bien que haría contigo. Al volver a despertar, me puse a escuchar música mientras que me organizaba, claro sin dejar de pensar en lo que había descubierto de él la noche anterior. Salí un rato a caminar, ya era hora para llamar a aquel muchacho; le dije quién era yo, le expliqué quien era Javier Hernando, él no supo de quien le hablaba; me lo imaginaba, pues Javier solía hacerse llamar Andrew; al momento se dio cuenta de quien le hablaba, le disgustó mucho que le hubiese dicho tantas mentiras, luego me dijo que concretáramos una cita con Javier el domingo siguiente, donde el nos tuviese a los dos y no le quedara mas remedio que explicar lo que estaba pasando, me pareció una buena idea, así que fui a visitar a un amigo que vivía mas o menos cerca, para distraerme un poco de tanto veneno que tenia dentro y quería contener para no actuar de una forma que no fuese digna de mi. A las 2:30 llegaba Javier a la casa, esperé que pasara un rato mas y volví a la casa, él estaba mirando televisión acostado en la cama, lo saludé como si nada pasara pues ya tenia planeado que haría, me preguntó donde estaba, le dije que en la casa de un amigo, me dijo "¿que estabas haciendo allá? ¿prefieres estar con él que conmigo que soy tu novio?; me dio mucha risa esa pregunta tan solo le dije, "no te preocupes, como tu no hay ninguna, perdón ninguno", no le gustó mi comentario así que hizo cara de regañado y de querer que lo consintieran, me acosté junto a él y lo comencé a besar sin decirle nada mas, a él le sorprendió la fuerza con la cual lo estaba besando y acariciando, le quité la ropa sometiéndolo a mis deseos, le comencé a besar el cuello mientras que mis manos lo sostenían queriendo apretar tan fuerte hasta ahorcarlo, las deslicé por su pecho como guiando donde mi boca seguiría su curso besando, chupando y mordiendo como un vampiro sediento de sangre; fui llegando lo mejor que él tenia,  una verga de 20cm bastante apetecible; la mamé demostrándole quien es el mejor en este arte, y aguantándome las ganas de arrancársela con los dientes, dejarlo sin su dotación me tentaba tanto; lo tomé de la cintura como la vil ramera que era, le di la vuelta, lo posicioné en cuatro, no quería verle la cara; pero si ese culo que me gustaba demasiado, entonces comencé a apretarle las nalgas fuertemente con mis manos mientras le  daba lengua en ese culo que se dilataba mas cuando estaba a merced de mi boca; le cogí la verga se la echaba para atrás para mamársela intermitentemente con su culo, yo estaba muy arrecho, muy furioso, quería que esa perra tuviese ahora la verga de la persona que lo amaba y que se había enfrentado contra todo el mundo por él, dentro de su culo; me puse el condón, le escupí el culo, no quería usar lubricante, y lo penetré sin mas espera; él se sorprendió, me dijo "wow estas muy arrecho", yo lo ignoré, pensé "las perras deben limitarse a hablar solo cuando se les pide", lo seguí penetrando pero no me quería venir todavía así que tomé otro condón, lo boté contra la almohada, lo tomé de una pierna para darle la vuelta, le tiré el condón en el pecho, "póngalo" le dije, enseguida me hizo caso, estaba muy excitado, apenas se lo puso le dije "quiero sudar", me senté en su verga para cabalgarlo como bestia salvaje, me gustaba saltar sobre sobre él, lo miré fijamente a los ojos mientras me masturbaba, me vine sobre él derramando mi preciosa leche sobre su pecho y abdomen; le dije "ni se te ocurra venirte todavía, quiero que me cojas en cuatro", así que me dí la vuelta, él ya sabia que tenia que moverse cuidadosamente para llegar a estar en la posición que yo quería si que sacara su verga de mi culo; me dio verga un poco mas, no pudo aguantar mucho y le tocó venirse, me sentí decepcionado, así que retiré mi culo de su verga, sin esperar a que él la sacara con cuidado, me fui a asearme dejando que se limpiara mi semen en su pecho  sólito; volví a la habitación me acosté en la cama "me hizo sudar mas el sol que entraba por la ventana" y me acosté a ver televisión, no me dijo nada en ese momento, luego le pedí que saliéramos, quería que fuéramos a Internet para que me agregara a sus amigos de facebook, no quiso, se puso de mal genio diciéndome "eso es lo que no me gusta de ti, te la pasas con una desconfianza, siempre desconfías de mi Fer...". Apenas vi que me llamaría por el nombre del otro chico, estallé en ira; una de las cosas que mas me disgusta es que me cambien el nombre y esta situación con este nombre era todavía peor, le dije que eso no se lo aguantaría, que si tenia a otra persona que lo mejor sería que se fuera de la casa, él me intentó tranquilizar que eso había sido una confusión de nombres nada mas, eso me hacía poner mas furioso, aún así ya se estaba haciendo tarde y mi familia llegaba a la casa; le dije que prefería que se fuera al día siguiente, que no quería que mi familia viera todo lo que pasaba, estuvo de acuerdo, salió del apartamento un momento mientras que yo me quedé mirando televisión; se demoró un buen rato, llegó a intentar hablar conmigo para arreglar las cosas, yo no quise, le dije que mejor no habláramos, que la decisión estaba tomada y yo no iba a dar marcha atrás; entonces se puso furioso diciéndome que estaba bien que el se iba, que yo lo iba a perder a alguien que me quería con todo su corazón y que nunca me había sido infiel, que estaba cansado de mi maldito orgullo, que eso era lo que había hecho que él me dejara el año pasado; yo tan solo le pedí que se acostara y que no siguiera mas con ese cuento pendejo de ser alguien que me amaba porque no se lo creía, así que me di la vuelta mientras que él con su celular ponía música, algunas canciones eran cristianas, él sabia que yo antes fui cristiano, también me hacía escuchar algunas canciones que antes me había dedicado; aunque me dio risa cuando  hizo sonar, mientes de camila y equivocada de thalia; le dije que para que ponía todas esas canciones  tan estúpidas, que el mentiroso y que no valoraba a las persona era él; luego entre el sonido de las canciones lo escuché llorar, le pedí que dejara de actuar que mi familia ya estaba durmiendo. Me dormí con la esperanza que al amanecer ya el se fuera de allá y no tener que volverlo a ver.
Un poco mas temprano de lo común se levantó a organizar su maleta, empacando todas sus cosas, luego se baño, y se alistó para irse al trabajo, me quedé mirándolo como quien revisa que solo empaque lo que le pertenecía, me dijo que pasaría al mediodía por sus cosas apenas supiera donde llevarlas, tenia que ir hasta el trabajo, que por favor no se las fuera a dejar en la calle. Me quedé en la casa descansando intentando calmarme de los nervios, estaba muy alterado, tenia rabia, tenia ira, afortunadamente tenia música y me calmaba demasiado; luego de un buen rato me envió un mensaje en el que me decía que yo era muy orgulloso y que lo había perdido por una bobada, al que yo le respondí con otro mensaje expresándole que lo había dejado por perra y que al amante no se le lleva donde el novio lo saca a pasear a uno; eso le dio a él la certeza que yo le había revisado el celular, así que me llamó al momento furioso conmigo porque le revisé el celular, me gritaba que yo era de lo peor, que yo era la peor persona que él había conocido en toda su vida, que esperaba que yo estuviera en la casa cuando el llegara para decirme lo que pensaba de mi en la cara, le dije que claro estaría al mediodía, luego me dijo que no podría llegar a esa hora que lo esperara hasta las 6 que él llegaba de trabajar los sábados, a esa hora yo estaba ocupado, tenia reunión con mis compañeros de religión, a la cual no pretendía faltar, le avisé que no estaría en la casa, pero que mi hermana si, que por favor mostrar algo de educación cuando fuese por las cosas. Yo estaba en mi reunión intentando poner atención y tranquilizarme pero la ira y las ganas de venganza estaban peleando con mis sentimientos que me decían que las cosas eran mejor así, que era mejor pasar esa etapa de mi vida sin hacer nada, perdonando a ese idiota por el daño que me había hecho y dejando que se fuera por completo de mi vida, pues él no valía que yo moviese un dedo por hacerle algo; mis compañeros si me sintieron algo extraño, pero hice todo lo posible por mostrar mi mejor sonrisa, como siempre; Cuando salí de mi reunión hice algo de tiempo para llegar tarde a la casa, cuestión que ya no lo fuese a encontrar, llamé a mi hermana para preguntar si el ya había pasado por sus cosas, ella me dijo que si, pero también me preguntaba que había pasado, preferí no decirle nada; al llegar a la casa, ella me comentó que me había dejado una nota, fui directamente a leerla, en ella me decía que solamente me había estado usando, que sabía que conmigo solo encontraría problemas y pura miseria, que yo no valía nada para él, que cuando hizo el viaje a lima se había ido para argentina para casarse con otro man, y eso lo demostraba un anillo que llevaba consigo; esa carta estaba llena de odio, con ella mas que decirme la verdad pretendía decirme cosas para dejarme destruido, yo solo pensaba en su mala ortografía y que había escrito esas bobadas en unas copias que tenia con letras de canciones que me gustaban; luego sí volví a leer la carta, sorprendido de lo bajo que había caído él para hacerme daño; volvía a tener mi interior lleno de incertidumbre, esa batalla entre las ganas de vengarme y las ganas de no hacer nada malo, me estaban destrozando, luego me acosté a dormir y dejar la venganza para otro día.