Que Descarado

domingo, 20 de febrero de 2022

UN PREPAGO GRATIS

 Hugo sabía que yo tenía casa sola de lunes a viernes desde por la mañana que salía mi familia a trabajar hasta las 6:30 pm que llegaban;  generalmente mis invitados después de almuerzo estaban tocando a la puerta. Hugo tenía un cuerpo rico, estaba acuerpado sin ser marcado, un tatuaje que rodeaba su ombligo era algo que me gustaba mucho, bueno aunque cuando estaba vestido uno se fijaba en sus nalgas y patas gruesas, ya que su cara no era uno de sus mayores atractivos invirtió tiempo en su cuerpo. Esa tarde llegó en camisilla, pantaloneta y zapatillas, listo para coger, es decir sin ropa interior; yo ya tenía charlado a un pollito que llegaría al rato y estaba cuadrando con otro que me interesaba muchísimo, era alguien que me quería tirar desde que lo vi en los chats, pero pues este cobraba y yo no soy de pagar pero si de esperar que todos caen en cualquier momento.
Empezamos a morbosear con Hugo, mamárselo era delicioso, su verga era rica, no muy grande pero un tamaño razonable; era chévere bajarle los pantalones, sudaderas o en este caso la pantaloneta y no encontrar nada más, así poder lanzarse uno directo a la verga. Nos  tocábamos por todas partes, yo era feliz con sus piernas y abriéndole ese culo para darle lengua cosa que lo ponía más arrecho y me clavaba con más ganas; eso hizo me cogió en pollo asado bien rico, su verga me entraba sin dificultad ya me estaba acostumbrado a sus culiadas, que rico que lo estén culiando a uno después de almuerzo. Me hizo gemir un rato antes de darme vuelta para ponerme en 4 pero en ese momento llamaron de portería, había llegado otro invitado.
Mateo, un pollito activo de 21 años; me asomé a la ventana para verlo y el muchachito lucia interesante, en verdad chatee poco con él, pero me pareció muy agradable y me gustaba su edad, ya que a esa edad suelen tener mayor energía y todo lo quieren probar. Cuando entró Mateo vio a Hugo en pantaloneta sobre la cama lo que era una bobada si yo había salido en toalla a abrirle la puerta, era obvio que ya habíamos empezado; sin pena alguna le comencé a quitar la ropa, su cuerpo delgado y piel suave me decían que me lo iba a disfrutar.
Hugo también ayudó a quitarle la ropa, mientras que él a nosotros tan solo tuvo que bajar la pantaloneta y halar la toalla para que esta cayera; un pequeño sándwich de besos y morbo,  los tres parados al  lado de la cama nos fuimos recostando poco a poco mientras que Hugo le empezaba a mamar esa polla deliciosa que tenia este pollito, yo lo besaba por donde podía; me acomodé primero acostándome, sobre mi Mateo dándome la espalda ya que Hugo seguía mamando, yo los acariciaba a ambos, la piel de es el sentido mas placentero de explorar; Mateo poco a poco se acostó al lado mio para besarme e inclinarme para que yo tambien se lo mamara, cosa que obviamente hice sin hacer del rogar, su verga velluda y gruesa, se sentia deliciosa en mi boca, el tambien se la mamó un poco a Hugo, sobandole las nalgas para penetrarlo de primeras, me hice a un lado para que Hugo se pudiera sentar en su verga, me gustaba verlo clavado con ese culazo y piernas se veía muy sexy, era todo un maestro comiendo verga y dandola por supuesto. 
La culiada a Hugo por Mateo se vió interrumpida por el siguiente invitado cuando este se anunció de porteria, aunque yo les dije que no paren ya que yo podia recibir a Andres, el que tanto esperaba y tenia ganas de conocer, este chico que pedía dinero por sus atenciones y compañía, en sus publicaciones me parecía que trabajaba en la policía, pero no lo confirmaba porque muchos podrían usar el uniforme de algún novio o amigo solo por el morbo de las fotos pues es un gran fetiche coger con policía como también lo es tirar con un prepago gratis. Su vestimenta muy prolija, polo blanco, jean azul, cinturón que combinaba con sus zapatos negros; todo muy bien puesto y ajustado, de esos chicos que cuando se les ve dan ganas de desnudarlos enseguida para ver cómo están de verga y sacarles toda la leche.
Mateo y Hugo siguieron cogiendo en la cama mientras desde el pasillo yo desnudaba a Andrés, sintiendo como él se ponía empalmaba con la belleza de esa escena, él solo tuvo que aflojar mi toalla para que esta cayera, así que con toda su ropa en el suelo junto a mi toalla no dejé de tocarlo mientras lo llevaba a la cama en la que Mateo tenía en un buen pollo asado a Hugo, al parecer sentir que tenían espectadores y que otro más se sumaba a la cogida los arrechaba más.
Andrés se acercó a saludarlos con su debido beso, a Hugo por su puesto le puso la verga en la boca para que pudiera seguir gimiendo pero ahora con una mordaza de buena carne; yo encantado viendo todas esas nalgas, realmente esos tres tenían muy lindos cuerpos, el de Mateo el más delgado pero aún así muy bello, ese jovencito transpiraba colágeno, Andrés con unos 24 años se le sentía esa experiencia en sus labores de puto, Hugo una perra muy exitosa y yo un morboso voyerista que se estaba saliendo con la suya teniendo en su cama a 3 calientes chicos.
Mateo dejó descansar a Hugo un poco de la posición y de su verga, y así poder besar y deleitarse con el cuerpo de Andrés, lo mismo hizo Hugo, mientras que le forraba su pija para meterla en mi culo, ya me le servía en una gran V para sentirlo por fin y sí, su verga entró muy dura, que cosa tan buena esta, además de su gran energía al hacer rebotar sus huevos en mis nalgas, él pasó a ser el centro de atención y eso lo excitó mucho más, la arrechera que teníamos los 4 estaba muy fuerte; me cogió duro y luego bajó el ritmo porque quería dejar que Mateo lo enculara, entonces siguió su cogida, se sentía muy bien ese trencito pero faltaba Hugo y la escena perfecta sería con Andrés cogiendo a Hugo, así que le cedí la verga. Para mí era más placentero ver a esos 3 espectaculares hombres uno detrás de otro y poderlos besar y tocar mientras cogían.
Andrés se vino premiando a Hugo con mucha leche y este se vino sobre abdomen, luego Mateo que ya había sacado su verga del culo de Andrés, la llevó al pecho de Hugo y acabó con el poco de leche que le quedaba. Enseguida Andrés a buscar el baño para limpiarse mientras nosotros descansabamos después de tan buena cogida. Él se vistió y dijo que ya tenía que irse entonces lo acompañé a la puerta, los chicos habían terminado cansados y con una cara de satisfacción enorme pero Mateo a los 15 minutos ya estaba arrecho de nuevo y esta vez era mi turno de sentir su verga haciéndome un hombre muy feliz. Me penetró suave y luego aceleró, ese bebé imparable, cogía y cogía y seguía cogiendo, hasta Hugo estaba cansado con lo perra que es, pero eso me daba la oportunidad de ser quien gima con la verga de Mateo, me hacía sudar y pedir más, las cogidas de Hugo y Andrés no eran tan buenas  como la de Mateo, será la edad o que sé yo, pero el nivel de energía con el que cogía era muy alto además de la cantidad de leche porque ya se estaba viniendo nuevamente y dándome ahora sus bendiciones.
Quedé exhausto, atónito de tan buena tarde pero era momento de parar porque ya era tarde. Les pedí me ayuden a organizar la habitación y dejar la casa como sino hubiera pasado nada, realmente fue sencillo y rápido así podíamos salir a indicarle a Mateo dónde tomar el bus, Hugo tomó rumbo a su casa ya que vivía cerca y yo me fui a comer algo y esperar a mi familia.

1 comentario:

  1. esre cuento está delicioso. lo leí imaginando que me chuparas mientras lo leía, fue como estar presente en la escena. me encanta la manera como describes graficamente cada escena.

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